El científico Valladares salta al escenario con ‘Zumo de Remolacha’ para alertar sobre el cambio climático

La Casa de Cultura de Foios acoge el preestreno de ‘Zumo de Remolacha’, la obra donde Fernando Valladares une arte y activismo

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Equipo de 'Zumo de Remolacha'
Equipo de 'Zumo de Remolacha'

El biólogo y divulgador científico Fernando Valladares da un salto inesperado: del laboratorio al escenario. Lo hace con ‘Zumo de Remolacha’, una obra de teatro que fusiona ciencia y arte para abordar uno de los mayores retos de nuestro tiempo: la crisis climática. Dirigida por Isabel Martí y con guion de Tomás Verdú, la pieza se inspira en una experiencia real del propio Valladares que refleja las tensas horas previas a una manifestación pacífica de científicos frente al Congreso de los Diputados. La propuesta plantea, desde una mirada íntima y humana, cuestiones urgentes como la desobediencia civil, la frustración ante la inacción política y la responsabilidad social en tiempos de emergencia climática.

El preestreno tendrá lugar este viernes, 18 de julio, en la Casa de la Cultura de Foios (Valencia), municipio que ha acogido los ensayos y que destaca por su compromiso medioambiental. Acompañado por los actores Miguel Torrecilla y Cristina García, Valladares asume el reto de interpretar su propia historia en lo que define como “una catarsis personal y colectiva”, invitando al público a reflexionar sobre el papel de la ciencia en la sociedad: ¿debe limitarse a dar datos o también alzar la voz cuando nadie escucha? ‘Zumo de Remolacha’ inicia aquí un viaje que continuará en otoño con una gira por distintas ciudades de España, donde además se organizarán debates y actividades paralelas para seguir conversando sobre el futuro del planeta.

Las entradas están disponibles a través de este enlace: https://movingtickets.com/Entradas-Zumo-de-Remolacha-Casa-de-la-Cultura-de-Foios-Valencia/

‘Zumo de Remolacha’ nace de una experiencia personal, ¿qué supone transformarla ahora en una obra de teatro?

Es una montaña rusa de emociones porque, por un lado, te trae muy al presente unos eventos complicados, unos eventos que ocurrieron en abril del 2022 y que supusieron, ya en su día, para un científico salir de la zona de confort, de su laboratorio, del mundo académico. Es abrir una especie, no sé si de herida, pero sí una situación con sus luces y sombras que refleja cómo están las cosas para que los científicos tengamos que hacer actos de desobediencia civil y no violenta. 

Pero es cierto que me hace muchísima ilusión porque siempre he pensado que sólo con los argumentos, la razón y los datos no vamos a lograr un movimiento social rápido y profundo para cambiar la civilización y para hacer frente a los grandes desafíos. Entonces hay que aliarse, por ejemplo, con el arte para abrirse a una nueva narración. Es un cóctel de emociones, por un lado, positivas porque estamos ante algo diferente que, quizá, remueva conciencias, pero también emociones agridulces porque las cosas no están bien y fue, precisamente esto, lo que nos llevó a los científicos de España a concentrarnos ante el Congreso de los Diputados en abril de 2022. 

¿Crees que la comunidad científica está siendo más activista en los últimos tiempos?

Yo creo que hay un porcentaje, que me costaría decir cuánto, que lo está haciendo. Algunos, como yo, muy convencidos, otros un poco porque ven que hay que hacer algo. Hay todavía un colectivo grande, una parte grande del mundo académico y de la ciencia, que piensa que esto no es el cometido de un científico y que zapatero a tus zapatos. Pero yo creo que cada vez más gente entiende, en el ámbito de la ciencia, que no podemos quedarnos solamente de puertas adentro en congresos científicos, en artículos científicos o en notas de prensa cuando publicamos algo muy importante o novedoso. Creo que esto está ocurriendo en muchos países. 

En 2022, ocurrió en 25 países, simultáneamente, a raíz de la publicación de un informe del IPCC, cuyo resumen para los gestores estuvo demasiado pulido y se le quitaba mucho hierro al problema climático y eso fue lo que a muchos científicos nos hizo salir de nuestra zona de confort y decir: “oye, no, que es mucho más grave de lo que dice el resumen”. Y al final, creo que hay un porcentaje creciente de científicos y científicas que están impulsando el cambio, pero seguimos siendo una cierta minoría. 

Y en un momento en el que tenemos tanta información al alcance, pero a la vez predomina la desinformación, ¿crees que plasmar estas reivindicaciones en una obra de teatro puede llegar a más personas, generar mayor concienciación?

No solo lo creo, sino que estoy muy convencido de ello. Por eso estamos embarcados en este proyecto; por eso me he metido en este gran desafío que, a veces, me tiemblan hasta las piernas. Estoy muy convencido de que estas son el tipo de cosas que hay que hacer para llegar a una sociedad más amplia y muy variada, muy heterogénea, porque no todo el mundo tiene ni el tiempo ni la motivación ni la información para ir a una conferencia o ir a una tertulia. Así que a través del arte, sean artes plásticas o escénicas, es una manera muy clara de llegarle al corazón a la gente.

¿Qué va a encontrar el espectador en ‘Zumo de Remolacha’?

Se va a encontrar con una obra muy sorprendente, muy entretenida por lo dinámica que es, con escenas muy cambiantes, muy inesperadas, con una mezcla de humor y tragedia muy clara y muy chocante. Creo que es muy saludable porque realmente nos reímos de cosas que son para echarse a llorar y ese humor crítico, esa sorpresa, puede hacernos sonreír. Es una obras que se va a pasar volando y que cuando termine, el espectador se llevará muchos mensajes, escenas, situaciones tragicómicas, ironías y críticas que tienen un claro mensaje de fondo que es todo lo que podríamos ganar si hiciéramos las cosas de otra manera. 

Lectura de guión de Zumo de Remolacha
Lectura de guión de Zumo de Remolacha

Por primera vez, te subes al escenario como actor, ¿cómo ha sido el proceso?

Bueno, ha sido y está siendo, muy intenso. Es una obra realmente compleja para un amateur, precisamente por todos esos dinamismos, cambios de escenas y demás. Pero me ha permitido entrar en un mundo profesional que desconocía, y en el que te das cuenta de la cantidad de cosas que tienen que coordinarse para que todo salga bien. Es cierto que ha habido muchos momentos de decir: “¡Dios mío, no puedo con esto!”, pero estoy muy bien arropado con dos actores como la copa de un pino que me ayudan mucho.

La función se preestena este viernes en la Casa de Cultura de Foios, ¿cómo está el ambiente? ¿Hay ganas?

Para mí ha sido todo un descubrimiento este lugar. Desde el primer día, en la Casa de la Cultura nos acogieron con todas las facilidades para ensayar y finalmente, este será también el lugar donde estrenaremos, y me parece muy significativo. Aquí he aprendido muchísimo y he pasado infinidad de horas. Han sido semanas enteras: subir, bajar, vestirnos con la luz, repetir el texto, ensayar 8, 9, incluso 10 horas al día. Por eso me hace tanta ilusión estrenar aquí, en el lugar donde hemos puesto tanto esfuerzo.

Hemos hecho algún pequeño pase para gente del Ayuntamiento y vecinos que se han acercado durante los ensayos. Incluso participamos en una pequeña conferencia dentro de unas jornadas medioambientales que se celebraron en el pueblo, así que poco a poco hemos ido generando expectación. Ahora ya formamos parte de la programación oficial, lo que le da un toque local muy bonito.

Mientras hablo contigo, estoy sentado en la plaza, y esto para mí es fantástico: un cambio de ritmo que facilita meterse de lleno en el proyecto. Foios ya está en mi corazón; he pasado aquí más tiempo en los últimos meses que en mi propia casa. El ambiente es acogedor, muy favorable, y estoy seguro de que habrá, si no un lleno completo, sí mucha gente. Hay curiosidad, hay interés. De hecho, vendrá público de toda la Comunitat Valenciana e incluso de fuera, porque la obra está despertando mucha expectación. Supongo que la idea de ver a un científico detrás del telón genera preguntas: “¿Qué hará ahí? ¿Cómo se desenvolverá? ¿Qué tiene esta obra para que él participe?” Y todo eso suma. Me pone nervioso, sí, porque siempre hay un poco de vértigo, espero no equivocarme… pero, sobre todo, me llena de ganas e ilusión.

Ensayo de 'Zumo de Remolacha'
Ensayo de 'Zumo de Remolacha'

Después de Foios, ¿qué recorrido tendrá 'Zumo de Remolacha’?

El recorrido se irá concretando, pero habrá muchas paradas. La idea es estar varios años moviéndolo por toda España. En la Comunitat Valenciana, ya tenemos algunas confirmaciones en La Rambleta en Valencia, en Alzira… pero también en Baleares, Barcelona, Madrid… Pero, sobre todo, a partir de febrero de 2026 será cuando la agenda esté más llena. Tenemos un montón de solicitudes y se irán cerrando a medida que vayamos estudiando las características de técnicas de cada sala. Pero, sin duda, tenemos pensado recorrer muchos puntos de la Comunitat Valenciana. 

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