“Ignacio Pinazo es probablemente uno de los artistas más estudiados, pero también podemos actualizarlo”. Con estas palabras, Vicente Pla presentó el pasado miércoles la nueva muestra que comisaria en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), ‘Pinazo: identidades’. Una propuesta con la que el sello del artista valenciano vuelve a la sala de la Muralla y que permite descubrir cuatro obras inéditas.
‘Pinazo: identidades’ “muestra el proceso de trabajo del artista valenciano dedicado a la representación de las personas en su dimensión individual, colectiva y genealógica, como emisoras, receptoras e intérpretes de identidades”, señala la directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez. La exposición impulsa una nueva investigación, revisión y difusión de los trabajos de Pinazo, destaca.
Pla, por su parte, refuerza la presencia del artista de Godella en el IVAM al comisariar esta nueva propuesta, que tiene como objetivo situarlo en los parámetros de la crítica del arte actual, ya que centró gran parte de su obra a las identidades. “Podemos decir que hace 100 años Pinazo ya estaba planteando una forma de aproximación estructurada y entrelazada sobre la cuestión de la identidad”, explica.
Así son las obras inéditas
El comisario plantea un recorrido sobre cómo Pinazo plasmaba las identidades a través de unas 300 obras que se encuentran en la renovada sala de la Muralla. Entre ellas, los más curiosos y curiosas que siguen al artista pueden encontrar cuatro piezas nunca vistas.
Tres de ellas provienen de un coleccionista particular y probablemente se realizaron durante su estancia en Italia. Una de ellas es de las más llamativas del recorrido y muestra “una academia de gran formato, con un escultor desnudo tallando una pieza, y nos hace pensar que su título podría ser ‘Pigmalión’, porque está marcada por un especial simbolismo vinculado a este mito”, detalla Pla.
Justo a su derecha, se encuentra la segunda de ellas del mismo coleccionista, de pequeño formato. En este caso, Ignacio Pinazo pinta un trovador con vestimenta que podría ser del siglo XVI o XVII, un músico que mira hacia un lado mientras toca. “Probablemente, podría funcionar muy bien el título de ‘Trovador’ para ella”, apunta el comisario.
A ellas se suman otras dos obras que provienen de los herederos de Trinidad Soriano. Así, el público también puede conocer una tercera obra creada durante su periodo italiano, también de pequeño formato. Al igual que con el trovador, hay una única figura protagonista, una mujer vestida con indumentaria tradicional italiana, aunque en este caso se trata de una acuarela de tipo popular datada en 1878.
Finalmente, la cuarta obra inédita de Pinazo “muestra el retrato de una mujer sentada en un lugar abierto, en un espacio público, que no conecta con la mirada de Pinazo, analizándola desde otra perspectiva”. Es un óleo datado en 1886 y también pertenece a los herederos de Trinidad Soriano.
Las cuatro forman parte así de una muestra que se divide en tres ámbitos y que permiten conocer un poco más de cerca al artista, ya que también muestra una selección de apuntes “que son una gran fuente de información y se conservan gracias a la labor que ha realizado la familia del creador”, destaca Vicente Pla.
En estos escritos manifiesta un deseo de “huir del retrato como el género alimenticio que les proporciona a los artistas una supervivencia”. Al observar su producción artística y escrita, se pueden definir los campos de interés que atravesaron su experiencia vital y los diversos géneros pictóricos que abordó. Uno de estos focos de atención fue el generado por la percepción problemática de las identidades: “la propia y las ajenas, las individuales y las colectivas, las manifiestas y las ausentes”, cuenta Pla.
Así, la exposición se organiza por tres apartados: ‘Reconocimientos’, que muestra los retratos por encargo y los realizados entre sus familiares y conocidos, también alguno de sus autorretratos y muchos ejemplos de sus abundantes estudios de figuras captadas por el artista; ‘Anonimatos’, donde Pinazo plantea una forma de interpretación de las identidades colectivas que revelan cómo concibió la dimensión humana colectiva con la adición de múltiples singularidades; y ‘Ausencias’, con obras que plasman conceptos como el patrimonio, legado y tradición y huella a través de paisajes rurales de l’Horta Nord, espacios urbanos, lugares habitados donde las personas ya no están.
‘Pinazo: identidades’ puede visitarse desde el 25 de abril hasta el 16 de febrero de 2025 en la sala de la Muralla del IVAM, un renovado espacio más accesible y que estrena también la imagen de la muralla cristiana-mudéjar, recién rehabilitada de forma integral y que ha permitido descubrir un poco más el pasado de la ciudad de València.
El IVAM ha anunciado este viernes que, con motivo del 35 aniversario de su fundación, se podrá visitar esta sala con la muralla y exposición de Pinazo de forma gratuita, con acceso libre, hasta el 30 de junio.