Hoy se esperaba que Pablo Crespo y Álvaro Pérez, alias "El Bigotes", ambos responsables de la empresa Orange Market, la principal empresa de la trama Gürtel, tiraran de la manta en la Audiencia Nacional. La comparecencia de Pablo Crespo, el número dos de Correa en la trama, ya ha dejado algunas novedades. Por un lado, ha confirmado las declaraciones de Francisco Correa, en las que admitió que diversos empresarios valencianos pagaron a Orange Market para cubrir los gastos de las campañas electorales del PP en 2007 y 2008. Y por otro, implica al expresident de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, con quien, según las palabras del acusado, la trama corrupta hizo gestiones "directas o indirectas".
A falta de que declare el hombre de Correa en Valencia, "El Bigotes", Crespo ya ha empezado a desvelar algunos entresijos más de la trama. Y es que ambos tendrían que haber hablado el pasado miércoles, pero pidieron un receso en el juicio de dos días, prometiendo contar toda la verdad. Y así fue, hoy era el día.
Pablo Crespo responde en el juicio por el caso Gürtel | @plazaro67
Así pues, Crespo lo reconoce todo: la financiación irregular del Partido Popular encabezado por Francisco Camps y la emisión de facturas falsas por parte de Orange Market para cobrar a empresarios las deudas que en realidad había contraído el PP valenciano. Ahora bien, fueron servicios que sí se prestaron. "Absolutamente todos" los servicios que cobró Orange Market se prestaron al Partido Popular.
"Las facturas que los empresarios han reconocido aquí era dinero que el PP nos debía a nosotros", declara Crespo, "porque el PP nos decía a nosotros que teníamos que facturarles a ellos". Y, de esta forma "minoraban la deuda" que los populares valencianos tenían con Orange Market.
Y volià. Sobre la doble contabilidad, en los documentos investigados aparecen dos columnas: 'Alicante' y 'Barcelona'. "Eso es una denominación de dinero A y dinero B", ha respondido Crespo. Y corrobora la declaración del jefe de la trama, Correa: fue Ricardo Costa, el entonces secretario general de los populares, el que, tampoco muy convencido, decía que las deudas había que cobrarlas a los empresarios, porque el PP no tenía dinero para pagar. "Era hacerlo así o no cobrar", ha sentenciado.