La Comunitat Valenciana encara su última semana de restricciones duras. Y es que a partir del próximo lunes, 1 de marzo, comienza un proceso de desescalada que, como ya han avanzado tanto el president de la Generalitat, Ximo Puig, como la consellera de Sanidad, Ana Barceló, será muy lento, prudente y gradual, con el objetivo de frenar una cuarta ola de la pandemia que obligara, de nuevo, a retroceder.
Será el mismo president quien, este jueves, dé todos los detalles acerca de cómo será la desescalada en la Comunitat Valenciana. No obstante, ya se conocen algunas medidas. En este sentido, la Generalitat trabaja en una propuesta que, en un principio, permitiría la reapertura de las terrazas con un límite por mesa de hasta cinco personas para, de esta manera, comenzar a desahogar un sector que lleva mes y medio con las persianas bajadas.
Por el momento, todo apunta a que los interiores de los locales permanecerán cerrados, y que las terrazas estarán sujetas también a la limitación horaria actual, es decir, se barajaría su cierre a las 17:00 o a las 18:00 horas. Por supuesto, se mantendría activo el servicio de comida para llevar o a domicilio en horario nocturno.
Respecto al resto de medidas actualmente vigentes, la Generalitat estaría planteándose el levantamiento del cierre perimetral de las ciudades con más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y festivos, pero seguiría manteniéndose tanto el cierre de la Comunitat Valenciana, como el cierre del comercio no esencial a las seis de la tarde y el toque de queda a las 22:00 horas. Lo que se desconoce todavía es qué ocurrirá con las reuniones sociales tanto en el ámbito público, como privado.
No obstante, será en la mesa interdepartamental de este jueves cuando se negocien todas estas propuestas que conformarán la desescalada de la Comunitat Valenciana. Aun así, las primeras reacciones no se han hecho esperar, y la Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunitat Valenciana (CEOH) ya ha rechazado una apertura parcial de bares y restaurantes, ya que "supondría llegar a abril con más de 8.000 establecimientos en quiebra".
Al respecto, piden que se les permita una apertura tanto de terrazas, como de interiores con aforos unificados, y utilizando herramientas tecnológicas para garantizar espacios cerrados seguros que, como adelantaron a este diario, se basarían en tres líneas: la instalación de sistemas de purificación del aire, capaces de eliminar el virus en un 98%; aplicaciones de rastreo que permitan controlar la trazabilidad del virus en caso de contagio; y, por último, la realización de test rápidos en las entradas. "Esta medida podría funcionar, por ejemplo, en espectáculos. Ya se está utilizando en la televisión y, por tanto, creemos que sería viable hacerlo extensible en estos ámbitos".
Incertidumbre de una cuarta ola por la cepa británica
El president de la Generalitat ha expresado que existe una "incertidumbre sobre una posible cuarta ola a causa de la cepa británica". De esta manera, ha pedido "rigor, precaución y prudencia", que se verá reflejado en la desescalada. Así, aunque esta semana continúe la tendencia a la baja de los últimos días, se flexibilizarán las medidas, pero sin prisa.Y es que la desescalada también tendrá que ir acompañada del proceso de vacunación. Esta semana, se empezará a vacunar a las personas mayores de 80 años, y ya se ha comenzado a preparar la vacunación masiva en todo el territorio valenciano, que se prevé que arranque en el mes de abril.
En este sentido, ya se ha anunciado que se habilitarán cuatro espacios de vacunación masiva, además de líneas de transporte gratuito para el desplazamiento a estos centros. Al igual que está sucediendo ya con la vacunación de la población mayor, responsables de la Conselleria de Sanidad comunicarán a través de SMS o de una llamada de teléfono el lugar, día y hora donde recibir la dosis.