Ismael Sáez es el secretario general de la Unión General de Trabajadores del País Valencià (UGT-PV), uno de los dos sindicatos mayoritarios que han convocado la manifestación del 18N este sábado por la situación de infrafinanciación que la Comunitat sufre y para pedir una mejora del sistema de financiación autonómico. Nos recibe en su despacho para hablar de la situación entorno a esta convocatoria.
¿Qué opinión le merece que el Partido Popular no vaya a asistir a la manifestación?
Es una lástima. Nosotros no tenemos ningún interés en generar polémica con el Partido Popular y menos con sus votantes, a los que tenemos el máximo respeto. Lo que si que haremos es intentar persuadirles de la idea cierta que no acaban de creerse de que esto no va contra nadie y mucho menos contra el PP. Esto se plantea como una reivindicación justa de la Comunitat Valenciana para adquirir los niveles de financiación e inversión que le corresponden, porque, de lo contrario, tenemos dificultades y la igualdad de oportunidades para los valencianos y valencianas deja de ser una realidad.
¿Y con que intención cree que lleva a cabo esta estrategia? ¿Por qué cree que no va a asistir?
Pues no lo sé. Yo imagino que al final esto es complicado porque los partidos de corte estatal, y aquí no está solo el Partido Popular, a veces reciben instrucciones de sus direcciones en Madrid y carecen de la autonomía para tomar decisiones propias, quizá como les gustaría. Pero esto es una opinión personal que a lo mejor no se corresponde con la realidad. Sospecho que podría ir por ahí.
Sobre la reunión de Bonig con Montoro, ¿qué le parece que se haya producido?
A nosotros todo lo que vaya en la dirección de intentar resolver los problemas de los valencianos en tema de financiación y de las inversiones nos parece bien, pero lo que es evidente es que eso no lo puede resolver solo Bonig, porque entre otras cosas tampoco lo puede resolver solo Montoro. A Montoro y al Partido Popular lo que le corresponde es tomar la iniciativa para que ese nuevo sistema de financiación se ponga en marcha y los trabajos pendientes se inicien y seamos capaces de llegar a un acuerdo. Pero la decisión final no es exclusiva del Partido Popular, y yo ahí coincido con Isabel Bonig: esto afecta a todos los partidos con representación en las Cortes generales. Por tanto: al PP, al PSOE, a Compromís, etcétera. A todos.
Después de esta reunión, se ha hecho público que el Gobierno aprobará un nuevo FLA para la Comunitat de 185 millones. ¿Esto avanza en el sentido que se esperaba?
La expectativa de esa entrevista desgraciadamente produce un amargo resultado. La solución de los problemas de la Comunitat no es el FLA, porque el FLA es un préstamo. Por tanto, hay que pagarlo y además hay que pagar los intereses correspondientes. ¿La Comunitat Valenciana necesita el FLA? Evidentemente. Mientras no resuelva los problemas de financiación lo seguirá necesitando. Pero no es para eso para lo que estamos ni para lo que firmamos un manifiesto que también firmó el PP e Isabel Bonig. Porque ellos mismos reconocen, como no puede ser de otra manera, que ese problema existe, que ese trato injusto de la Comunitat Valenciana es una realidad, y como los demás partidos, defienden que esto debe tener una solución. Pero esto, evidentemente, no es la solución.
Respecto a la manifestación del 18N, también va a acudir la CUP con otro lema, referente a la independencia. ¿Qué opinión le merece?
La CUP no va a asistir a la manifestación que hemos convocado. La CUP hace su propia manifestación con su propio lema. Aprovecha que hay una manifestación convocada por UGT y Comisiones Obreras y se introduce de manera, a mi juicio, artera, tramposa e indeseada en una manifestación con un lema muy distinto al que ellos trasladan. No son bienvenidos a esta manifestación.
Todo esto ocurre cuando el Consejo de Política Fiscal y Financiera está trabajando ya en un nuevo sistema de financiación. ¿Cree que la concentración puede influir o que no va a tener repercusión?
Nosotros la hacemos con la sana intención de que influya en favor de los intereses que se van a discutir en ese Consejo de Política Fiscal y Financiera. No como una posición de fuerza, pero sí como una manifestación de que esta situación que padece la Comunitat no es solo una ensoñación de los representantes políticos, sociales y económicos, sino que es una preocupación profunda del pueblo valenciano, que ha tomado conciencia de la situación y reivindica en las calles un trato justo.
¿Para UGT, cuáles deberían ser las prioridades si esa mejor financiación acaba llegando?
Nosotros tenemos una preocupación básica: necesitamos una industria y unos servicios potentes con un alto valor añadido, competir en un plano de igualdad con el resto de las Comunidades Autónomas. Porque solo de ese modo seremos capaces de generar puestos de trabajo estables, con derechos, de alto valor añadido y, por tanto, buenos salarios y futuras buenas pensiones. Siempre hemos creído que el Estado de bienestar, que se sostiene básicamente con el presupuesto de las Comunidades Autónomas, debe fortalecerse. Los recursos deben ir a los servicios esenciales y básicos para mejorar su calidad, y para hacer potente el sistema económico valenciano en ese cambio de modelo productivo imprescindible, si queremos realmente dar un salto de calidad en el empleo y en los salarios.
¿Qué puntos crees que deberían fortalecerse en ese nuevo sistema de financiación autonómica?
En el documento que prepararon los expertos de la Comunitat, se destaca el punto de vista de lo que se percibe por cada ciudadano, es decir, del peso poblacional. Es sensiblemente inferior a la media. Tenemos que situarnos, al menos, en la media. Es una propuesta a mi juicio excesivamente modesta. Porque si somos una Comunidad pobre, lo que tenemos que hacer es recibir la solidaridad de los demás. A mi juicio para acercarnos al espacio que nos corresponde, necesitaríamos más recursos incluso. Es decir deberíamos estar en el cuadrante de las Comunidades Autónomas pobres que reciben la solidaridad, y no al revés. Porque somos el único e insólito caso de una Comunidad Autónoma pobre que en lugar de recibir solidaridad, la practica con lo que no tiene.
Para terminar, ¿cree que el pueblo valenciano tiene conciencia de que la Comunitat es pobre?
Creo que no la ha tenido suficientemente, que esa verdad no ha llegado hasta los últimos oídos. Ese es el primer problema que enfrenta esta urgencia de la Comunitat. Que tenemos la percepción, no solo los valencianos, que ya es llamativo, sino el conjunto del Estado español, de que la Comunitat es rica. Y esto es algo que viene desde la Segunda República cuando València es retaguardia. Donde se pasaba hambre no era precisamente aquí, entonces se acuña la idea del "Levante feliz". Y eso es una imagen que persiste en la mente de casi la mayoría de los ciudadanos españoles, pero la realidad es que no es así. Y no ha sido así, no desde que llegó el Estado de las Autonomías en la Transición, ya lo era antes. Y esto hay que achacarlo a una invisibilidad de las necesidades de los valencianos.