Si ayer hablamos con el líder de UGT en la Comunidad, hoy lo hacemos con el líder del otro sindicato mayoritario, Comisiones Obreras (CC. OO.). Arturo León se presta a respondernos acerca de la manifestación que tendrá lugar mañana 18 de noviembre contra la infrafinanciación y a favor de un nuevo sistema de financiación autonómica.
Empecemos por el Partido Popular. ¿Qué le parece que el PP no vaya a asistir a la concentración?
Cada cual debe hacer lo que considere oportuno. Pero me parece que es incongruente, porque el Partido Popular ha firmado el pacto por la reforma de la financiación, por lo tanto está de acuerdo con el diagnostico. No parece muy lógico que no vaya a asistir a la manifestación a hacer visible ese descontento y esas diferencias con las formas con las que se reparten los fondos para la financiación autonómica.
¿Con qué intención cree que lleva a cabo esta estrategia el PPCV? ¿Por qué cree que lo hace?
Yo creo que, en realidad, el PP de la Comunitat Valenciana no tiene mucho margen y tiene que explicar cuáles son las causas que impiden a la formación participar en la manifestación. Yo creo que no le dejan, sinceramente. Creo que no autorizan que el PP de la Comunitat pueda ir a la concentración. Y de ahí que, de alguna manera, quieran distorsionar el sentido de la concentración.
¿Qué le parece la reunión que ha mantenido Bonig con el ministro Cristóbal Montoro?
Me parece, en primer lugar, un indicativo de que las cosas se están haciendo bien. Si la presidenta del PP valenciano es recibida por el ministro de Hacienda como consecuencia de que la manifestación ya no tiene marcha atrás y parece que va a tener una gran respuesta, quiere decir que hay cierta preocupación. Han debido de pensar que con un anuncio de alguna cuestión económica se puede frenar o se puede paralizar ese ejercicio democrático de hacer visible este descontento.
Por otra parte, me parece un tanto extraño porque lo normal es que esas cuestiones se traten entre Gobiernos y que el ministro mantenga la relación con el president de la Generalitat o con el conseller de Hacienda. Sería lo más lógico. Pero bueno, ellos sabrán por qué se ha dado así. En todo caso, creemos que si eso contribuye a crear una solución, bienvenida sea.
Posteriormente a esta visita, el Gobierno aprobará un nuevo FLA de 185 millones de euros. ¿Qué le parece? ¿En qué dirección piensa que actúa el Gobierno?
El FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) es un préstamo, que no tiene nada que ver con la reivindicación que planteamos. Estamos planteando que la Comunitat está mal financiada, y lo hacemos desde parámetros absolutamente objetivos. Lo dicen los expertos. Ya nadie cuestiona que hay una infrafinanciación. No hay que confundir lo que es una reivindicación de tener una financiación solidaria, equitativa y respetuosa con los principios constitucionales de suficiencia financiera, con un adelanto de un crédito que tenía que venir a través de un FLA y que el Ministerio de Hacienda administra sabiamente -entre comillas-. Pero es un crédito que ya estaba pedido anteriormente.
Actualmente se está reuniendo el Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Piensa que el 18N podrá influir en las decisiones que se tomen allí?
Nosotros no queremos que se nos dé más que lo que nos corresponde, ni queremos hacer un ejercicio de victimismo, ni queremos ser insolidarios. Estamos contentos con el papel que ha desempeñado la Comunitat en los años de bonanza, pero ahora somos una Comunidad pobre. Por tanto, es un contrasentido que, a pesar de estar un 11% por debajo de la renta media española, seamos la única Comunidad Autónoma que, siendo pobre, aporta más de lo que recibe. Entonces, aspiramos a que todos esos argumentos, razones y números que están encima de la mesa, hagan reflexionar a ese Consejo de Política Fiscal y Financiera y, como consecuencia, haya una modificación del sistema de financiación más equitativa y justa.
En el caso de que haya un nuevo sistema de financiación de la Comunitat, ¿qué cree CC. OO. que la Generalitat debería priorizar? ¿A dónde se debería destinar ese dinero?
En principio, las competencias que tienen transferidas las Comunidades Autónomas son las de derecho de ciudadanía: la sanidad, la educación, los servicios sociales y la atención a la dependencia… Por eso es fundamental que los recursos vayan destinados a mejorar los servicios públicos que se prestan, o por ejemplo, a mejorar el número de funcionarios. Porque estamos a la cola, con 45 funcionarios por cada 1.000 habitantes. Al final, eso se traduce en la calidad de los servicios públicos que los ciudadanos reciben.
Pero también es importante que el Gobierno valenciano tenga capacidad para estimular la economía, para generar un nuevo modelo productivo que no esté basado, como el actual, en la hostelería, en los servicios y en actividades de poco valor añadido. Porque eso da lugar a empleos mal remunerados y en el futuro a pensiones bajas. Y muy importante también que se destinen a otras cosas como la lucha contra la violencia de género. O, ¿por qué no? A la cultura. Que también es tan relevante.
Por último. ¿Cree que la ciudadanía valenciana tiene una percepción de la Comunitat como un territorio rico o pobre? ¿Por qué?
Yo creo que la ciudadanía puede estar imbuida de que somos una Comunidad rica. Tenemos una tradición emprendedora muy importante. Somos una sociedad muy dinámica. La exportación y la generación de productos industriales siempre han sido altas. Tenemos un turismo pujante y una tierra muy rica que produce grandes productos alimenticios. Y eso, junto con el clima, puede ser que nos haya inducido a creer que somos una sociedad rica.
Lo hemos sido más de lo que lo somos ahora. También creo que la forma de gestionar por parte de algunos políticos en momentos de la historia reciente y las inversiones notorias e inapropiadas han contribuido a crear esa imagen de la sociedad valenciana. Pero nos hemos ido empobreciendo.
En la Comunitat hay un millón y medio de personas que pasan dificultades. Son muchas. Tenemos 420.000 personas en el desempleo, de las cuales cerca de la mitad no reciben ningún ingreso conocido. Son personas que tienen que vivir de la familia, de los amigos o de la economía sumergida, o de entidades.
Aunque el crecimiento económico es evidente en las grandes cifras macroeconómicas y la economía ha despegado, no se traduce en una reducción de la desigualdad. Al contrario. Las reformas laborales han generado un mercado de trabajo muy fragmentado, en el que la productividad ha incrementado mucho a base de reducir los salarios hasta el punto de que una gran parte del mercado laboral es temporal (31%). El 90% de los contratos que se están firmando son temporales, ligados al sector de servicios.
Por tanto, es un panorama que nos debe llevar a ser objetivos. Es cierto que se ha avanzado en algunas cuestiones, pero hay un riesgo de pobreza y de exclusión social muy grande. Por tanto, autocomplacencia, cero.