La apuesta del gobierno de Ontinyent por municipalizar el servicio del bus urbano ha convertido este medio de transporte en la opción más utilizada para moverse por la ciudad como alternativa al vehículo privado.
Pese a la pandemia, el crecimiento de usuarios desde que se implementara la gratuidad en este servicio el 1 de enero de 2020 ha sido exponencial, pasando de las 24.000 personas usuarias de 2019 a las cerca de 100.000 que utilizaron este medio de transporte durante el 2021.
Este incremento de su uso viene aparejado con la satisfacción de los viajeros, que en una reciente encuesta valoraban el servicio con una nota de 9 sobre 10.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, incide en la utilidad del servicio y los beneficios adyacentes que comporta, que incluyen la reducción en 10 toneladas de las emisiones de CO₂ a la atmósfera; el apoyo a las personas con recursos limitados o sin alternativas de desplazamiento, mayoritariamente mujeres; o la vertebración urbana y la comunicación entre los barrios.
En palabras del primer edil, "cuando fuimos a municipalitzar el servicio no hablamos del coste para el Ayuntamiento sino de si realmente íbamos a conseguir que fuera efectivo y útil para el conjunto de la ciudadanía. Dos años después, en los cuales además hemos incorporado autobuses más modernos y hecho otras mejoras, podemos estar satisfechos porque las cifras demuestran que un servicio que era ineficiente ahora es mucho más útil".
Dos nuevos autobuses
Así, la municipalización de este transporte lo ha convertido en un servicio más eficiente, sostenible e igualitario puesto que se ha permitido garantizar el derecho a la movilidad de aquellos sectores de la población más vulnerables tan económicamente como socialmente; y especialmente a las mujeres, el grupo de población que más lo utiliza con el 76,8% de pasajeras habituales.
Un aspecto clave en la mejora del servicio ha sido la incorporación de los dos nuevos autobuses con un coste de 365.000 euros, con espacios interiores más anchos a la vez de más maniobrables. Además, se ha mejorado y uniformado la imagen de las marquesinas, y se está ya trabajando en la digitalización de las paradas porque las personas usuarias sepan el tiempo que queda para llegar el autobús, así como en la creación de una nueva línea hacia los polígonos industriales.
Con el incremento de su uso se ha evitado el lanzamiento de 10 toneladas de CO₂ a la atmósfera y se ha contribuido a la disminución de la congestión urbana del tráfico, siguiendo la línea comenzada para favorecer la movilidad sostenible con la ampliación del anillo ciclopeatonal o el préstamo de bicicletas eléctricas.
Satisfacción con el servicio
Durante los meses de octubre y noviembre de 2021, la concejalía de Transporte encargó la realización de una encuesta directa a la empresa Investrategia, que la llevó a cabo a finales de noviembre en diferentes paradas y con un universo de cerca de 300 personas usuarias, con un margen de confianza del 95,5%.
Entre los resultados de la encuesta destaca que la media de la valoración del autobús es de un 9 sobre 10. Un 50% de las personas entrevistadas respondían que no hace falta ninguna mejora para el servicio actual, mientras que un 13% sugería una mayor frecuencia de (en diciembre de 2021 estaba establecida en un total de 30 minutos) y un 5,6% hacía referencia a "más paradas".