Una emotiva "Bajada del Cristo" protagoniza el fin de semana de actos religiosos de las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent

Desde el matadero, el alcalde Jorge Rodríguez, junto con la corporación, acompañó al Santísimo Cristo de la Agonía hasta la Real Parroquia de Sant Carles

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Inicio de la procesión de Ontinyent a su patrón
Inicio de la procesión de Ontinyent a su patrón

Las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent han vivido este fin de semana algunos de sus principales actos religiosos en honor a su patrón, el Santísimo Cristo de la Agonía. Así, después de actividades más lúdicas cómo las Entradas, la noche de Alardos o el "Contrabando", la tarde del sábado llegaba el turno de la Bajada del Cristo.

Después de la representación del texto de la Bajada en el Calvario de Santa Anna, los capitanes de los dos bandos cristiano y moro daban el pistoletazo de salida a una "batalla de arcabuceria" a la cual se hacían sonar los trabucos a lo largo del camino de Santa Anna. Posteriormente, se iniciaba la procesión de la Bajada del Santísimo Cristo de la Agonía, uno de los actos más emotivos de las fiestas, que recorría la Cantereria, plaza de Baix y la plaza Major hasta la Parroquia de Sant Carles, contando con una representación de la corporación municipal presidida por el alcalde, Jorge Rodríguez.

Domingo a las 7:30 se celebraba la Misa de Campaña, después de la cual empezaba la Diana de Gala por las calles de Daniel Gil, Glorieta de los Moros y Cristianos, plaza de la Concepción, Gomis, Maians y plaza Major. A las 12:00 tenía lugar la Misa Mayor en honor al Santísimo Cristo de la Agonía en la iglesia de Sant Carles, y ya por la tarde, a las 18:00, la imagen del Cristo, el "Morenet", transcurría por las calles de la ciudad hasta volver a Sant Carles. Al paso del Cristo por la Glorieta de Moros y Cristianos se disparaba un espectáculo de fuegos artificiales. Coincidiendo con la celebración de los principales actos religiosos de las fiestas, domingo de 10:30 a 13:30 tenía lugar una mañana de puertas abiertas en la iglesia de Santa Maria, donde se podía visitar la iglesia, el campanario, la capilla y la cripta.

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