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Vinalesa más allá de Puchol II

El club del municipio de l'Horta Nord, con casi medio siglo de actividad, mantiene la afición por la pilota en el pueblo y apuesta por una escuela que forma en valores

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Diecisiete años antes de que naciera Puchol II, allá por 1975, un grupo de aficionados a la pilota se animó a dar el paso. Decidieron fundar el Club Pilotari Vinalesa. A pesar de que la firma de los estatutos tuvo que esperar hasta los años 80, la actividad vinculada a la pelota en este apacible municipio de l'Horta Nord ya estaba en marcha desde mucho antes. Los principales responsables de este movimiento fueron enamorados de la pilota como Bene Vijuescas, Vicent Valero o Fernando Pascual, acompañados por otros vecinos del pueblo. Con ellos se dio vida a un equipo de galotxa, aunque por aquellos tiempos no era la única modalidad de juego que se practicaba en la comarca, porque también eran habituales las partidas a llargues. Pocos imaginaban que de aquella voluntariosa semilla surgiría una de las máximas figuras del trinquet de la era moderna.

El caso es que desde aquellas primeros pasos y hasta ahora, de manera ininterrumpida, el Club Pilotari Vinalesa ha estado en funcionamiento. Hoy lo hace con quince jugadores adultos, algunos de ellos federados y participantes en competiciones federadas o de promoción, otros jugadores, simplemente, habituales en la partida entre amigos de cada semana que sirve para alimentar la afición. "Siempre tenemos alguien jugando al frontón o en la calle", explica Julio Martínez, jugador, presidente y uno de los culpables que la rueda continúa girando en Vinalesa. "En el pueblo siempre ha habido mucha afición a la pilota. Antes había dos frontones, uno de ellos más pequeño y con rebote, y durante los años 80 allí se hacían grandes partidas con jugadores de primer nivel. Se llenaba hasta la bandera y había apuestas. En la calle se ha jugado en diferentes ubicaciones, la última fue la calle de la Fábrica, hasta que en 2003 se creó la cancha artificial del polideportivo. Hoy por hoy, el club compite en galotxa y a frontón, en individuales y parejas, pero aprovechamos también los trinquets de Bonrepòs y Alfara para jugar a escala i corda y, a veces, jugamos en partidas de llargues, como las que se han organizado en fiestas", señala Julio, quien no duda en destacar nombres propios de jugadores del pueblo. "Además de la saga de los Puchol, también tenemos el "Jubilo" o "Sanciet", que jugó a Pelayo. Aquí siempre ha habido jugadores", comenta Martínez.

Pero, sin lugar a dudas, el indiscutible hecho diferencial de la pilota en Vinalesa durante los últimos años ha sido la eclosión de Francesc Xavier Puchol "Puchol II" como gran campeón y figura del trinquet. Es el número uno. Un acontecimiento que ha beneficiado, y mucho, al club. "Tener a Puchol II en el pueblo y en el club es un punto muy a favor que tenemos. Él es nacido en Vinalesa y desde que empezó en la escuela, en 2001, siempre ha estado en todas las categorías hasta que hizo su salto al profesionalismo. Ese momento supuso una revolución", destaca Julio. "Gente que vio jugar a su padre y otra gente nueva que se aficionó en ese instante se juntaron para ir a ver las partidas. Nació el fenómeno de los 'Pucholfans'. A alguna final que ha jugado Javi hemos ido más de 180 personas, esto se notaba mucho. Ahora no somos tantos, pero siempre hay un grupo de aficionados incondicionales", explica el presidente del club, uno de esos incondicionales. No sólo en el aspecto deportivo, sino también en el personal, puesto que es amigo de la infancia de Puchol II, con quien entró a formar parte de la escuela del club de pilota.

El bot al professionalisme de Puchol II va suposar la creació dels "Pucholfans" - Club Pilotari Vinalesa
El salto al profesionalismo de Puchol II supuso la creación de los "Pucholfans" - Club Pilotari Vinalesa


En este sentido, el aspecto más importante de los triunfos de Puchol II es que han trascendido a las futuras generaciones. "Es un impulso para la escuela. En verano hacemos una serie de campus deportivos, con él, y llegamos a tener más de 60 niños. Ha sido un revulsivo para la visibilidad de la pilota", dice Julio. Ahora bien, el futuro de una escuela de pilota no sólo depende de los campeonatos de la figura local. El Club Pilotari Vinalesa mira por el futuro, más allá de Puchol II. "En estos últimos tiempos teníamos unos 35 niños en la escuela, pero entre los que se han especializado, los que se van al trinquet o a los equipos amateurs, más un poco de corte generacional… Ahora somos unos 25 niños. Estamos intentando dar un impulso para reforzar la cantera, más que nada porque cuando los que estamos ahora jugando se lo dejamos, tiene que haber alguien jugando ya, es el relevo", comenta Julio. Un relevo marcado por el deporte y por los valores. "Tenemos un visión pedagógica de la escuela, queremos educar mediante la pilota y el deporte a compartir valores cómo la responsabilidad, el compañerismo, el respeto… Intentamos inculcarlo junto con unos entrenamientos con la máxima seguridad para los niños. La idea no es querer tecnificar desde muy pequeños, no queremos que tengan ansia de ganar, sino de pasarlo bien. Hasta los 12 y 13 años los niños tienen que practicar los máximos deportes posibles, porque esto los ayuda a mejorar sus aptitudes psicomotrices básicas", relata Julio.

Por eso, la escuela de Vinalesa compite en todas las modalidades del juego de pilota, y por eso, en la escuela siempre hay profesionales formados en la educación física y perfiles vinculados en la pilota. "Cuando se hizo la escuela estaba Agustí Larré y Pablo Gómez, con la ayuda de Puchol padre. Después también pasaron jugadores Waldo, Bueno, Nacho, Vicent Peydró… Actualmente, el responsable es David Fernández, con la ayuda de Ulises Blasco y Joan Orts, dos jugadores en fase de promoción", apunta Martínez.

Julio Martínez es uno de esos jóvenes presidentes de club que ha inyectado aire fresco en la pilota, a pesar de que parece que ha pasado toda una vida desde que recogió el testigo de los mayores. "Entré en el club por mi padre, que era muy aficionado. Con él iba a todas las partidas. Y también entré por mi mejor amigo, Puchol II. Siempre estábamos trasteando juntos con las pelotas. En 2001 entramos en la escuela y a partir de ahí he continuado. En 2011 hubo la oportunidad de entrar en la directiva del club como presidente, con un grupo de personas que queríamos hacernos cargo del club. Entre ellos estaba David Fernández, una persona que se ha desvivido por el club y ahora es el entrenador de la escuela. Ha sido clave para el club los últimos quince años", señala.

Julio, David, Puchol II, los jugadores y los aficionados de Vinalesa, los de ayer y los de hoy, continúan avanzando por el camino que, ahora hace casi medio siglo, empezó a crear el Club Pilotari Vinalesa. Con ellos, a buen seguro que el viaje será largo y provechoso.

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