Murcianet: "Cuando fui a la escuela de pilota Cárcer no sabía ni cómo se entraba al trinquet"

El joven pilotari de Castelló encadena su segunda Liga CaixaBank de raspall, la primera como mitger, con sólo 20 años

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Murcient, en el medio, después de ganar la Liga CaixaBank de raspall. Funpival
Murcient, en el medio, después de ganar la Liga CaixaBank de raspall. Funpival

El mitger del equipo de Llosa de Ranes, flamante campeón de la Liga CaixaBank de raspall, sufre un severo desdoblamiento de la personalidad. Fuera de la cancha, Adrián López Pardo "Murcianet" (Castelló, 20 años) es un chico alegre y extrovertido. Un joven de 20 años que parece respirar normalidad. Ahora bien, sobre las losas del trinquet, su simpatía se transforma. Con la pelota en la mano, Murcianet es un jugador volcánico, carácter puro, fuego. Competitividad hecha velocidad, electricidad convertida en coraje. Un remolino de energía fulgurante, siempre a punto de estallar, sobre un contagioso hambre de victoria. Más o menos, así es la doble identidad del ganador por segunda vez consecutiva de la Liga CaixaBank de raspall, la primera como mitger. Unos días después de la efervescencia de la final y de la inevitable subida de adrenalina que acompaña al triunfo, Adrián aprovecha la calma y la serenidad del éxito para rememorar el pasado, lógicamente todavía corto, y pensar en el futuro, más prometedor que nunca. Lo hace, eso sí, con su estilo de juego: rápido, directo, certero. Preguntas y respuestas en forma de relámpago, cómo sus quinzes.

¿Cómo se celebra una Liga?

Con la familia, con los amigos y con conocimiento. No hay demasiado tiempo para recuperar, que esta semana ya tenemos otra cita importante en Llosa de Ranes.
 

¿Ninguna promesa por cumplir?

Tenía una. Le dije a Iván que si ganábamos la Liga me raparía. Lo que pasa es que cuando acabó la final, allí en el trinquet Iván me dijo: 'mira, con la partida que has hecho, te indulto el pelo'. Ahora, cada vez que me peino me acuerdo de Iván.

 

Iván parece hielo y tú eras fuego. ¿Cómo ha sido la relación con él en el equipo?

Nos conocemos desde que empecé a jugar. Dicen que él es el día y yo soy la noche. Pero es que los polos opuestos se atraen. Eso ha pasado. Cuando faltaba chispa, salía yo. Cuándo hacía falta quietud, estaba él. Esas cosas te llevan a las victorias.

 

¿Cuál ha sido tu mejor partida?

La final, para saber combatir los nervios.
 

¿La segunda Liga sabe diferente?

Sabe a que hay más trabajo. Tengo mucho aprecio por la del año pasado, pora ser la primera. Esta supone el cariño por el trabajo que he tenido. Es la primera como mitger y he dado un buen rendimiento. Esta Liga me sabe mejor por la responsabilidad, por recaer más juego sobre mí. Esto quiere decir que estoy preparado para jugar contra los grandes jugadores.

 

¿Qué imagen de te viene a la cabeza de la final?

Una imagen bonita de una partida muy reñida. Desde antes de empezar ya sentía la presión. Después fue todo vino la felicidad. Se vivió un ambiente de fiesta y eso es muy bonito para la pilota.

 

¿Has vuelto a ver repetida la final?

Todavía no. Creo que acabaré por verla, pero porque mis padres querrán.

 

¿Por qué crees que ganasteis?

Por no salirse de la partida. Fue clave estar fuerte mentalmente, continuar animándonos. Fue principal estar en el trabajo, concentrarnos. Si habíamos hecho cuatro juegos, podíamos hacer dos más. La diferencia entre un jugador de élite y uno de calle es tener la cabeza centrada. Tienes que decir: 'estoy aquí por alguna razón y no puedo dejar que mi cabeza se apodere de mí'. Tienes que tener la confianza que todo tiene que pasar por tus manos.

 

En algunos quinzes se te vio encendido en llamas...

Vi que sufríamos un poco y tenía ganas que la gente nos animara. Vi que estábamos decayendo y había que animar. Intenté alentar a la gente por si nos echaban una mano. Y así fue.

 

¿De quien has sacado ese carácter?

Desde que era pequeño me he fijado siempre en el Moro y en Marrahí. Son mis referentes. También creo que son cosas que tienes que tener dentro. Si sabes controlar tus nervios, te ayuda. Se tiene que saber gestionar, porque a veces se te puede girar en contra.

 

Tu mote es Murcianet por los orígenes familiares, de Múrcia. ¿Cómo te llega la afición por la pelota?

Por un compañero de trabajo de mi padre. Yo era pequeño y jugaba al tenis. A mi padre le comentó que en Cárcer había escuela de pelota y que podría probar. En Castelló no había todavía. Fuimos a la escuela de Cárcer y no sabíamos ni cómo se entraba al trinquet. Nos equivocamos de puerta. Ahora mi padre es un gran aficionado.

 

¿Qué aprendiste del "Moro" de Alcàntera?

Todo. La gran mayoría de cosas que sé del trinquete es por él. Ha perdido muchas horas conmigo, me ha llevado detrás a muchos lugares. Al final las cosas se pegan.

 

¿Crees que esta Liga es tu consagración?

No lo sé. Creo que es un paso importante. Ganar y quedarse ahí no vale para nada. Ahora toca trabajar y continuar.

 

¿Qué tienes que mejorar?

La templanza. Ahora toca jugar partidas y crecer en el trinquet. Estar dentro del trinquet y saber competir cada día.

 

Sólo tienes 20 años... ¿Ahora cuál es el reto?

El reto es el de todos los jugadores profesionales, cada uno en su posición: consagrarse como figura. Hay que trabajar mucho y tener los pies en tierra. No por ganar una Liga puedes pensar que eres más que nadie

 

¿El Individual es imposible?

Imposible no. Hay que trabajar y a ver si podemos dar alguna sorpresa. Este año no, pero en unos años... A ver si nos hacemos con él.

 

Ahora la gente querrá verte jugar contra Tonet IV...

Siempre me han dicho que tengo un juego parecido. Siempre me he fijado en él. Tonet IV ha cambiado el estilo de la pilota. Es de los primeros que ha sacado esa manera de jugar. Pienso que se puede ver esa partida, pero creo que todavía es pronto. Este fin de semana ya tengo una partida fuerte contra él.
 

¿Hay mucha competencia entre los mitgers del raspall?

No es cómo las restos, que se quedan fuera de los campeonatos importantes. A nosotros nos viene justito y suplir las bajas es difícil. A mí cuando niño siempre me gustaba más jugar detrás, era resto. Pero tuve problemas en el brazo y después de hablar con el Moro decidí jugar en medio. Creo que acerté.

 

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