Los vecinos de Ciutat Jardí volverán a manifestarse: "El botellón se adueña de parques y plazas de nuestro barrio"

La Asociación de Vecinos de Ciutat Jardí ha convocado una manifestación el próximo 2 de junio a las 19 horas debido al ruido nocturno

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Carteles de 'Derecho al Descanso' en Honduras
Carteles de 'Derecho al Descanso' en Honduras

El botellón vuelve a ser motivo de preocupación para los vecinos y vecinas de València. De hecho, algunos como los de Ciutat Jardí ya han comenzado a movilizarse. Así, la asociación de vecinos de este barrio ha convocado una manifestación para el próximo jueves 2 de junio (a las 19 horas) para que se escuchen sus reivindicaciones, pues argumentan que "el botellón se adueña de nuevo parques y plazas de nuestro barrio".

La llegada del buen tiempo y la ausencia total de restricciones al aire libre por la pandemia de la COVID-19 ha desatado un problema que, sin embargo, no es nuevo para los vecinos de Ciudad Jardín. Esta zona cuenta con espacios muy concurridos por estudiantes como la plaza del Cedro o la plaza Honduras, que previsiblemente seguirán llenándose de personas conforme acaben los universitarios sus exámenes.

El Ayuntamiento de València, dada la situación, ya se ha puesto manos a la obra. De hecho, el alcalde, Joan Ribó, fue el primero en mover ficha convocando a la Policía Local para tratar de frenar el aumento de quejas por los ruidos. Sin embargo, el concejal correspondiente de este departamento, Aarón Cano, no estaba al tanto de esto hasta ayer.

Preguntado por el asunto del botellón, Aarón Cano explica que la Policía Local está trabajando en la prevención del botellón en todos los barrios de la ciudad de València. Así, detalla que los datos registrados por los agentes demuestran que la situación con respecto al consumo de alcohol en la vía pública es significativamente menor.

No obstante, los vecinos y vecinas de barrios como Ciutat Jardí se reunieron en una asamblea y pusieron en común distintas problemáticas. Entre ellas, afirman que "no se aprecia ninguna medida por parte del Ayuntamiento para rebajar la contaminación acústica. Están permitiendo el traspaso de licencias y permiten reabrir locales largo tiempo cerrados".

También denuncian que "el policía de barrio desaparece a media tarde, nadie controla la enorme cantidad de mesas y sillas que invaden nuestras calles a partir de esas horas; ni la hora de retirada de terrazas, ni la hora de cierre de los locales, algunos de los cuales siguen sirviendo con la persiana medio bajada hasta las 4 de la madrugada".

Otra de las quejas viene derivada por la presencia de "locales especialmente conflictivos, con denuncias acumuladas, frecuentes visitas policiales y sospechas de circulación de estupefacientes, que siguen abiertos con total impunidad". Así, aseguran que una comunidad de propietarios va a empezar con acciones legales contra algunos de estos locales.

El ruido continúa siendo una de las mayores quejas y reivindicaciones vecinales. "Hay desesperación por la falta de sueño y el estado de nervios que conlleva el ruido por las noches. Hay un único sonómetro y los dispositivos inteligentes de captación de ruido del proyecto SmartCity están situados de forma incongruente, lejos de las verdaderas zonas de ruido", denuncian.

 

 

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