València ha concluido las labores de limpieza del nuevo cauce del Túria tras la dana del pasado otoño. En total, los equipos municipales han retirado 111 toneladas de restos —troncos, ramas y vegetación— que habían quedado atrapados en los pilares de los seis puentes que cruzan el tramo urbano del río. El objetivo es claro: garantizar que, si vuelven las lluvias torrenciales, el cauce pueda evacuar el agua con normalidad y sin riesgos añadidos.
La alcaldesa, María José Catalá, recordó que estos trabajos no eran competencia directa del Ayuntamiento, pero que aun así se decidió intervenir. “La Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHJ) no había iniciado la limpieza pese a nuestras peticiones y no podíamos esperar más. Había que actuar”, señaló.
Una intervención urgente tras la dana de 2024
El origen de esta actuación se remonta al 29 de octubre de 2024, cuando el nuevo cauce llegó a registrar un caudal de 3.500 metros cúbicos por segundo durante la dana. El arrastre de árboles, áridos y lodos dejó restos acumulados en puntos clave, lo que suponía un serio riesgo de cara a futuros episodios de lluvias.
La limpieza, ejecutada en un tramo de 2,3 kilómetros entre la CV-400 y la V-31, se realizó con el apoyo de la contrata municipal SAV (Agricultores de la Vega de València). Nueve operarios, junto a ingenieros y especialistas forestales, trabajaron durante agosto con maquinaria específica: motosierras, desbrozadoras, camiones y equipos de protección antiincendios. Los trabajos se dividieron en tres fases: desramado y troceado de restos, saca mediante tractor forestal y transporte a la planta de valorización.
El Ayuntamiento reclama la limpieza del Carraixet
Catalá aprovechó la visita al cauce para anunciar que el Ayuntamiento solicitará permiso a la CHJ para limpiar también el barranco del Carraixet, a su paso por la pedanía de Carpesa, en Pobles del Nord. Según explicó, la petición se realizó ya en 2024 y de nuevo en mayo de 2025, pero la Confederación no ha actuado. “Nos contestaron que los trabajos se habían encargado a Tragsa y que, si queríamos ser más rápidos, lo hiciéramos nosotros. Por eso lo llevaremos a la Junta de Gobierno”, avanzó.
El consistorio pretende intervenir también en el barranco del Palmaret, que recoge aguas del Carraixet y de otros barrancos como los de Rocafort, Godella y Massarrojos. “El objetivo es forzar a la Confederación a que asuma sus competencias. Mientras tanto, nosotros coordinaremos y, si hace falta, asumiremos parte de la limpieza. No podemos quedarnos de brazos cruzados”, insistió la alcaldesa.
Una reclamación que viene de lejos
La exigencia de limpiar los cauces ya estaba recogida en el informe de la comisión municipal creada tras la dana de 2024. Entre sus conclusiones figuraba instar a las administraciones competentes a realizar un mantenimiento periódico y eficaz de los barrancos y cauces de la ciudad. Ese documento fue ratificado por el pleno del Ayuntamiento el pasado febrero.
Con este nuevo paso, València quiere adelantarse a la llegada del otoño y minimizar riesgos. Tras el trabajo en el Túria y la presión para actuar en el Carraixet, el mensaje de Catalá es claro: la ciudad no puede permitirse que la falta de limpieza agrave los efectos de fenómenos como las danas.