El próximo lunes arranca en Valencia una campaña de vigilancia que marcará la movilidad urbana durante el mes de julio. La Policía Local pondrá en marcha un operativo especial para controlar el uso indebido de los carriles bus-taxi, con el objetivo de frenar conductas que están poniendo en jaque el transporte público y generando situaciones de riesgo.
Durante las próximas semanas, los agentes intensificarán su presencia en estos carriles reservados exclusivamente al transporte público, con especial atención al estacionamiento indebido y a la circulación de vehículos no autorizados. Una acción que pretende garantizar la rapidez, puntualidad y seguridad de autobuses y taxis, fundamentales para la movilidad diaria de miles de personas en la ciudad.
Pararse “solo un momento” puede costar caro
La circulación y el aparcamiento indebido en los carriles bus-taxi es una práctica demasiado habitual. Aunque sea “solo un momento”, esta acción tiene consecuencias directas sobre el sistema de transporte, ya que ralentiza los trayectos, aumenta los tiempos de espera y compromete la seguridad en cruces, intersecciones y paradas.
Por ello, durante estas semanas se vigilará haciendo especial hincapié en las paradas de EMT y puntos conflictivos como cruces o intersecciones, donde las maniobras indebidas se multiplican. De hecho, tal como destacan desde el consistorio, el uso adecuado del carril bus-taxi - y el principal objetivo que persigue esta campaña - permite reducir los tiempos de viaje, mejorar la puntualidad de los autobuses, fomentar la movilidad sostenible y disminuir la congestión en las principales vías de la ciudad.
De hecho, uno de los puntos más delicados que busca atajar esta campaña es la aparición de maniobras peligrosas provocadas por los vehículos que estacionan o circulan donde no deben. Los autobuses, al encontrar su vía ocupada, se ven obligados a cambiar de carril bruscamente o detenerse fuera de las zonas habilitadas, alterando la seguridad del tráfico e incrementando el riesgo de accidentes.

Estas situaciones no solo afectan a los conductores del transporte, sino también a los usuarios que lo utilizan y a los peatones. Las paradas ocupadas, especialmente en avenidas con gran densidad de tráfico, son uno de los puntos más conflictivos.
Por ello, la Policía Local vigilará especialmente las infracciones más comprometedoras para la fluidez y la seguridad, como las paradas momentáneas en carril bus, el estacionamiento en paradas de autobús o la circulación no autorizada por estos carriles reservados. Un comportamiento que, aunque parezca puntual, desestabiliza todo el sistema.
Más vigilancia, más seguridad
Desde la Concejalía de Movilidad y Policía Local insisten en que esta campaña no responde solo a un criterio sancionador, sino a la necesidad de concienciar sobre la importancia de respetar unas normas que garantizan el funcionamiento de un servicio esencial para la ciudad. Tal y como ha señalado el concejal Jesús Carbonell, “es importante llevar a cabo campañas e iniciativas como esta, que ayudan a priorizar el transporte colectivo y público frente al transporte individual”.
El edil también ha recordado que estas actuaciones “sirven para recordar que las normas tienen el objetivo de mejorar la eficiencia y la seguridad en los desplazamientos”. En esencia, no se trata de endurecer las restricciones, sino de preservar la seguridad de pasajeros y viandantes.