València, referente en la elaboración de la futura ley autonómica sobre contaminación lumínica

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El Ayuntamiento de València ha compartido con la Generalitat Valenciana “la exitosa experiencia de la ciudad en todas las políticas que se han puesto en marcha para combatir la contaminación lumínica”. Así lo ha explicado la concejala de Gestión de Recursos, Luisa Notario, después de reunirse con Antonio García Díez, director general de Transición Ecológica de la Generalitat, desde donde se trabaja en la que será la futura ley autonómica de Contaminación Lumínica.

“La ciudad de València ha pasado de ser una de las que tenían mayor contaminación lumínica a ser un modelo en políticas de eficiencia energética y, concretamente, en lo referente al alumbrado público”, ha destacado Notario, quien ha recordado que “desde 2015 hemos puesto en marcha varios proyectos que han supuesto una disminución de las emisiones de dióxido de carbono, una bajada de la contaminación lumínica y un sustancial ahorro energético y económico, efectos que además impactan de forma directa y positiva en la salud de las personas”.

Durante el encuentro, se ha puesto sobre la mesa la experiencia del Cap i Casal, que en 2015 era la capital española con mayor exceso de luz, al frente en cuanto a intensidad por metro cuadrado y con un incremento de un 400 % en el gasto económico desde 1990 a 2007. En 2015 se computaban 127 kW al año por habitante. A partir de ese momento, “pusimos en marcha un proyecto muy ambicioso en la mejora de la eficiencia energética de la instalación de alumbrado público, que empezó con el apagado selectivo de más de 5.000 luminarias”. Además, la concejala de Gestión de Recursos ha destacado la inversión de más de 15 millones de euros que, “cuando acabe la ejecución del proyecto financiado con fondos FEDER que ahora mismo estamos llevando a cabo, supondrá la renovación de cerca del 50 % del total de las luminarias de la ciudad a tecnología más eficiente”. Estos cambios han supuesto un ahorro de más de 15.400.000 euros, con una previsión de ahorrar alrededor de un millón y medio anual más al finalizar la ejecución del proyecto actual.

“Este ha sido el proyecto más ambicioso, pero no el único. También hemos instalado placas fotovoltaicas en varios edificios públicos que están permitiendo un alto porcentaje de autoabastecimiento en la energía que consumimos, además de la pérgola fotovoltaica que se instaló en el jardín de Ruaya y las cinco que está previsto instalar en breve en varias plazas de la ciudad”, ha detallado Notario.

Por su parte, el director general de Transición Ecológica de la Generalitat, Antonio García Díez, ha explicado que la ley autonómica avanza en los objetivos de la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía 2020-2030 sobre ahorro energético, reducción de emisiones, uso de energías renovables y protección de la biodiversidad. Asimismo, ha señalado el impacto de este tipo de contaminación no solo sobre el consumo energético sino también sobre la biodiversidad de la flora y fauna autóctonas, la calidad ambiental o el patrimonio natural de la visión del cielo, “un paisaje común que hay que proteger”.

“La adaptación y mitigación del cambio climático pasa por el ahorro y el uso eficiente de los recursos energéticos así como de la transición hacia un modelo de fuentes de energía limpias. Una inversión que se amortiza en el corto plazo y que al beneficio ecológico indiscutible suma también el económico”, ha añadido García, quien ha concretado que la nueva norma se fundamenta en objetivos determinados de uso eficiente del alumbrado exterior, de preservación de las condiciones naturales de las horas nocturnas y de reducción de los efectos de la contaminación lumínica en el cielo nocturno, así como en cualquier lugar diferente que se pretenda iluminar.

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