Con el objeto de evitar la aparición de legionella pneumófila en la red de agua de baja presión, destinada a usos secundarios como son las fuentes ornamentales, baldeo de calles o riego de jardines, el Ayuntamiento ha programado la instalación de 12 cloradores para garantizar que esta acciones se desarrollan en las mejores condiciones de salubridad
Así lo ha explicado la responsable del área del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, quien ha precisado que el proyecto contempla la instalación de 12 cloradores mediante la inyección de hipoclorito sódico a la salida de los pozos que alimentan la red de agua en baja presión, que mantendrán una concentración mínima de cloro libre residual que garantice la ausencia de legionella.
Además, la relación de equipos se completa con la adquisición de un equipo portátil para atender las necesidades de cloración de la red y de un analizador de cloro. Igualmente, para la correcta vigilancia de la calidad del agua de la red de baja presión, se ejecutarán 27 nuevos puntos de muestreo de control analítico y 3 medidores de cloro libre residual en continuo en la Plaza Enrique Rambal, la confluencia de la plaza de Vannes con la calle de Padre Jofre, y la calle del doctor Waksman / Puigcampana. El coste del proyecto asciende a 871.098,87 y las obras tendrán una duración de cinco meses.