El concejal de Administración Electrónica, Pere Fuset, junto con David Cierco, Director General de la empresa pública Red.es, han presentado el proyecto que situará a Valencia en la vanguardia de las ciudades inteligentes. El Ayuntamiento de Valencia ha sido el beneficiario de una ayuda de 4,2 millones de euros para el desarrollo de la iniciativa de smart city Impulso VLCi, que cuenta con una inversión global de seis millones de euros, y un plazo de ejecución de tres años.
Una oportunidad única para “mejorar los servicios públicos y la vida de la ciudadanía”, ha explicado Fuset. Pero, ¿De qué manera? Algunos de los puntos más destacados que recoge este proyecto están relacionados con los ámbitos de movilidad, saneamiento, medio ambiente o turismo. Así, entre las diferentes iniciativas, Fuset ha destacado la gestión eficiente de las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida o de las zonas de carga y descarga, a través de “unos sensores que nos mantendrán informados a tiempo real, por ejemplo, de las plazas libres y de su ubicación”.
Pero también permitirá la gestión inteligente de residuos urbanos, que serán dotados de unos dispositivos que “enviarán información sobre el porcentaje de llenado de los contenedores”, permitiendo optimizar las rutas de recogida o, por ejemplo, la instalación de alumbrado inteligente en pedanías con la instalación de 60 unidades de controladores inteligente y 2.000 controladores de luminarias para minimizar los tiempos de averías, pero también, como ha señalado Fuset, “para recibir un aviso cuando se produzca robos de cobre”.
Sin embargo, este proyecto ambicioso abarca muchas más áreas. De hecho, a parte de los mencionados, se abordará la actualización del sistema de información geográfica; la actualización de la App Valencia; mejoras de la plataforma VLCi; la gestión inteligente del patrimonio municipal; el fondo social eficaz en la gestión del suministro del agua; la red cívica local; un servicio integrado en vehículos municipales para la monitorización ambiental urbana; o una gestión eficiente del ruido urbano con la instalación de 20 dispositivos inteligentes de captación de ruido.
El Ayuntamiento asumirá el 30% de la financiación de las iniciativas, y el resto proviene de fondos europeos. De acuerdo con los plazos establecidos del proyecto, en julio de 2020, todas estas actuaciones tendrán que estar finalizadas. Aun así, se espera que, en la primavera de 2019, ya se puedan ver importantes cambios.
En definitiva, con la iniciativa Impulso VLCi, se espera conseguir una ciudad más sostenible, tecnológica, conectada, social y participativa que mejore la calidad de vida de la ciudadanía. “No hablamos de tecnología, sino de humanidad, y de como la tecnología puede ayudar a mejorar la vida de las personas”, ha concluido Pere Fuset.
Esta iniciativa trabajará por proyectos piloto, es decir, cada medida se irá implantando dependiendo de las necesidades de cada zona. Así, mientras la gestión eficiente de los residuos se llevará a cabo en pedanías y pueblos, donde la recogida de residuos no se realiza diariamente, el control de las zonas de carga y descarga, por ejemplo, se centrará en la zona centro de la ciudad. “A cada zona, se le aplicará la gestión eficiente que más se adecue a sus necesidades”.