La transición energética urbana ha dado un nuevo paso en València. El Ayuntamiento ha confirmado que compartirá tres cubiertas de edificios municipales con comunidades energéticas locales, un modelo de autoconsumo compartido que se pondrá en marcha en Benimaclet, Ciutat Vella y Castellar-l’Oliveral.
El concejal de Mejora Climática y Eficiencia Energética, Carlos Mundina, ha explicado que esta medida forma parte del plan estratégico de despliegue de energías renovables en el espacio público. “Nuestro objetivo es aprovechar el patrimonio municipal para generar energía limpia y compartida, al tiempo que facilitamos que los vecinos se organicen en comunidades energéticas”, ha señalado.
Primeras comunidades energéticas en marcha
València ya cuenta con experiencia previa. La CEL de Castellar funciona desde hace meses compartiendo energía producida en un edificio municipal y ha logrado sumar una segunda cubierta en el Forn d’Alcedo. Según Mundina, estos ejemplos demuestran que el modelo funciona y que puede replicarse en distintos barrios y pedanías.
Ahora, los servicios municipales trabajan en los proyectos de ejecución de las tres nuevas instalaciones fotovoltaicas. Con esta preparación previa se busca acortar plazos, reducir costes y facilitar que las comunidades energéticas puedan poner en marcha sus sistemas en menos tiempo.
Energía compartida con horizonte 2030
La iniciativa se enmarca en la Misión Climática de València, que persigue la descarbonización de la ciudad antes de 2030. “Apostamos por un modelo de energía renovable compartida, que no solo genera beneficios medioambientales, sino también sociales y económicos”, ha subrayado Mundina.
El edil ha defendido que las comunidades energéticas son “un motor de transformación”, ya que permiten a la ciudadanía participar de forma activa en la transición energética. “Este modelo ha venido para quedarse y desde el Ayuntamiento vamos a trabajar para que tenga éxito”, ha concluido.