Un centenar de estudiantes han participado en el encuentro 'Connectant Mons'

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Para el alcalde, Joan Ribó, es un motivo de orgullo que los jóvenes de la ciudad sean sensibles al dolor que sufren “personas como nosotros con los mismos miedos, las mismas ilusiones y la misma fragilidad”, ha manifestado. Ribó ha querido formar parte del acto enmarcado en el Día de Acción Global por las Personas Migrantes y Refugiadas que ha tenido lugar en la plaza del Ayuntamiento, en el que han participado colegios valencianos cuyos alumnos han colaborado en la lectura de un manifiesto que han elaborado ellos mismos. “La amistad y el diálogo pueden derribar muros” es una de las reflexiones que han aportado los jóvenes valencianos en pleno corazón de la ciudad.

Ribó ha mostrado su agradecimiento a los jóvenes, conscientes de la situación que sufren millones de persones. “Ya hace mucho tiempo que Valencia mostró su total predisposición y deseo de abrir las puertas de esta ciudad a quienes se ven obligados a abandonar su tierra, su ciudad, su pueblo o poblado, para buscar un lugar donde llevar una vida digna, sin que sus derechos más elementales, e incluso sus vidas, se vean amenazadas”, ha recordado Ribó, un declaración y un principio, “Ciudad Refugio”, que formó parte de las primeras decisiones que tomó el Govern de la Nau. “Somos una ciudad refugio, pero desafortunadamente sufrimos impedimentos legales para poder ejercer esta condición y no hemos podido recibir a los aproximadamente mil refugiados que estábamos preparados para acoger aquí”, ha declarado el alcalde.

Las ONG Intermón Oxfam y Amnistía Internacional han coordinado la llamada a los centros educativos para que participen en el acto de denuncia para visibilizar la vulneración de los derechos humanos que sufren millones de personas de todo el mundo. Ambas ONG nos han recordado que “actualmente son casi 60 millones de personas en todo el mundo las que se ven forzadas a vivir lejos de sus hogares, una cifra récord desde la Segunda Guerra Mundial”. Estas entidades coinciden en la importancia de reforzar el conocimiento de esta “realidad con la que conviven, conociendo derechos, causas e injusticias, para cambiar actitudes y realizar acciones que contribuyan a cambiar las situaciones injustas”.

Los jóvenes estudiantes han sido los protagonistas del acto al leer el manifiesto que han elaborado en común. Una de sus conclusiones es que “trabajar con compañeros y compañeras de otros colegios ha sido una experiencia en la que hemos aprendido a convivir y colaborar con personas diferentes y variadas”. Han comprendido y explicado en voz alta que “la esperanza de una vida mejor les hace soportar el miedo, el dolor, la soledad, los peligros y abusos que encuentran en su camino”. Los jóvenes han mostrado su preocupación por que “las mismas fronteras que se abren para empresarios y banqueros, futbolistas y famosos, se conviertan en barreras infranqueables para quienes solo buscan vivir en paz”.

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