No faltaron a la cita. Los Reyes Magos de Oriente repartieron magia e ilusión por las calles de Valencia. Los más pequeños de la casa, y los no tan pequeños, pudieron disfrutar de sus majestades en una tarde para el recuerdo. Sonrisas y algún que otro llanto. Ilusión por conocer a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Expectativa por saber si habría o no regalo y que sería. Deseo de que llegue la noche para dormir y soñar con lo que te encontrarás a la mañana siguiente... pero sobre todo la Cabalgata deja bonitos momentos para el recuerdo de una infancia llena de imaginación, fantasía y tiempo junto a aquello que más quieres.
Gran expectación y sonrisas levantó la aparición de los Reyes Magos de Oriente, que tras de sí llevaban infinidad de regalos para repartir por la noche en las casas.