La aplicación de la tasa turística vuelve a estar en el centro del debate político. El anterior gobierno de la Generalitat – formado por PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos – daba luz verde a la implantación de la tasa turística en la Comunitat Valenciana para que los distintos alojamientos hoteleros comenzaran a cobrarla a partir de 2024, siempre y cuando los distintos municipios dieran el visto bueno. No obstante, y tras el cambio de gobierno después de las elecciones del pasado 28 de mayo, la tasa turística podría quedarse estancada.
Desde Compromís per València han reclamado al gobierno municipal del PP, liderado por María José Catalá, que no renuncie a su aplicación en la ciudad, ya que es una medida que “beneficia a todos los valencianos y valenciana” y que, además, aseguran, “podría aportar hasta cinco millones de euros a las arcas municipales”. La portavoz adjunta de la formación, Papi Robles, ha señalado que “como se prevé en la ley autonómica, los ingresos obtenidos a través de este impuesto se destinarán, íntegramente, a la mejora de los servicios que València presta a los turistas, al fomento del turismo sostenible; a la conservación del patrimonio; o para inversiones en infraestructuras urbanas”.
La tasa turística ya se aplica en numerosas ciudades europeas, como Lisboa, Berlín, Roma o París; así como en otras comunidades autónomas, como es el caso de Cataluña o Islas Baleares, y su implementación no ha supuesto una disminución del turismo. Pero, ¿qué pasará con la Comunitat Valenciana?
El actual president de la Generalitat, Carlos Mazón, ya ha avanzado que su intención es eliminar la tasa turística y apostar por el “modelo Benidorm”, es decir, incrementar servicios y mejorar la calidad de los mismos para un turismo “sostenible, respetuoso y democrático de accesibilidad”. Según ha defendido siempre el president, “el turismo no necesita más cargas impositivas ni castigos, al contrario, lo que precisa son medidas y acciones que le ayuden a remontar. Ni es el momento ni son las formas y menos derivar la responsabilidad de su aplicación en los alcaldes. Hay que invertir en promoción del turismo y la mejor manera de atraer turistas no es precisamente la de imponer tasas”.
Así, todo apunta a que la Comunitat Valenciana seguirá sin aplicar la tasa turística en 2024, como así estaba previsto.
¿En qué consiste la tasa turística?
El Impuesto Valenciano sobre Estancias Turísticas, o generalmente denominado como tasa turística, es un impuesto que se dirige especialmente a los establecimientos hoteleros. Es decir, serán sensibles de cobrarla a sus huéspedes los hoteles, hostales, las casas rurales, los campings, albergues turísticos o los apartamentos de uso turístico.
También los yates o embarcaciones que se alquilen con fines turísticos (y que hagan escala en el puerto de València) y aquellos espacios donde se permita el aparcamiento de autocaravanas o furgonetas para pasar la noche.
Las cifras que se estudiaban para cobrar por cada día de estancia eran las siguientes: 0,50 € a las pensiones y los camping; 2 € a los hoteles de lujo (aquellos que tengan cinco estrellas o sean de categoría cuatro superior).
Y, en el caso de los hoteles de tres y cuatro estrellas se abonará 1,5 euros; mientras que el resto de hoteles esta tarifa bajará al euro. En cuanto a las casas rurales y los cruceros, la tasa ascenderá a 1,5 euros.