Con la relajación de las medidas y ya la prácticamente ausencia de las restricciones, la ciudad de València vuelve a sufrir los mismos síntomas que en el pasado, o al menos en algunos de sus barrios. Los ruidos y botellones nocturnos han sido el principal motivo de queja de los vecinos en los últimos meses. Tanto es así que distintas asociaciones de vecinos como la Asociación de Vecinos Ciudad Jardín o Amics del Carme se han reunido ya con personal del ayuntamiento para poner fin a la situación.
La imposibilidad para dormir por las noches a causa del ruidode bares y botellones, por desgracia, no es nada nuevo para muchos vecinos de València. Barrios como el de Ciudad Jardín, que concentra una gran cantidad de bares, así como discotecas, pubs y otro tipo de establecimientos de ocio nocturno, son las que más están sufriendo la situación.
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de València, María José Broseta, señala que la combinación entre el ruido de los bares y la concentración masiva de personas en un mismo espacio hace que “la calidad de vida de los vecinos se vea más afectada” porque “no pueden dormir por las noches”.
Con el propósito de mejorar y resolver esta situación de alguna forma, Broseta afirma que se está colaborando con el consistorio “para conocer el porqué de estos botellones y el cómo se hacen. Así como preguntar a la juventud el motivo del mismo”. Además, añade que los botellones que se están produciendo últimamente son “más agresivos” y que se están produciendo en todos los barrios de moda”.
Una de las soluciones para este barrio radicaría en la implantación de un ZAS (Zonas Acústicamente Saturadas). No obstante, de acuerdo con lo establecido con esta herramienta, esto afectaría en mayor medida al horario de cierre de los bares, pero no tendría ningún tipo de relevancia para los botellones o concentraciones masivas de gente en las calles.
Incumplimiento zona ZAS del Carmen
El pasado lunes 4 de octubre, se reunió la Mesa de seguimiento del ZAS del Carmen convocada por la Asociación Vecinal Amics del Carme. Según denuncian, el motivo fue “el aumento de incidentes graves, de molestias por ruido, de incumplimientos de horarios de cierre y de saturación de terrazas en vía pública. Incidentes que han ido en aumento en paralelo a la desescalada de las restricciones COVID y agravados por una casi total ausencia de Policía Local por y un incumplimiento generalizado de las normas ZAS”.
Tal y como expresan desde esta asociación, no se les han entregado ni informes, listados o datos concretos “que nos dieran una idea del volumen y trasfondo del problema”, ya que solo “nos han ofrecido verbalmente una serie de datos bastante imprecisos sobre inspecciones y denuncias”. Por otro lado, los vecinos sí consiguieron el compromiso de colocar un nuevo sonómetro en la calle Calatrava.
Según denuncian Amics del Carme, “las mediciones sonométricas realizadas no reflejan la gravedad del ruido ambiente. No nos consta que se hayan activado medidas de concienciación social. No tenemos conocimiento de que se haya efectuado revisión alguna de licencias, sí hemos denunciado reiteradamente locales que funcionan sin licencia o con una actividad diferente a la concedida sin que se haya adoptado medidas al respecto”.
Además, las quejas por música excesivamente alta, incumplimientos en los horarios de cierre o de recogidas de terrazas son elevadas. “Por el contrario, si hemos observado actuaciones tendentes a favorecer la ocupación abusiva del espacio público, arrancándose bancos de piedra para ampliar terrazas, desatención de las solicitudes de información sobre actividades y licencias e inactividad ante denuncias concretas de abusos cometidos por algunos locales (tanto hoteleros como hosteleros)”, aseguran.
“En suma, podemos afirmar que el Ayuntamiento no está cumpliendo, en absoluto, con las medidas aprobadas para limitar el ruido ambiente especialmente en horario nocturno”, zanjan desde Amics del Carme.
