El hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia se convirtió el pasado jueves en un altavoz para la ciudadanía. Un total de 45 entidades y asociaciones vecinales participaron en el pleno extraordinario convocado por la alcaldesa, María José Catalá, con motivo del Debate sobre el Estado de la Ciudad. Durante varias horas, los representantes de barrios, colectivos sociales, culturales, educativos y económicos expusieron sus propuestas, quejas y agradecimientos ante toda la corporación municipal. Pero, ¿cuáles son las principales demandas de los valencianos a su gobierno?
Vivienda y turismo, las mayores preocupaciones
Uno de los asuntos más repetidos por los portavoces vecinales fue, sin duda, el acceso a la vivienda. La Unión de Consumidores subrayó que el problema “se agrava año tras año” y propuso ampliar el parque público de alquiler social, además de limitar los efectos del turismo masivo en los precios. En la misma línea, la Federación de Asociaciones Vecinales defendió declarar Valencia “zona tensionada”. Desde Benimaclet, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca reclamó limitar el precio de los arrendamientos para frenar la especulación, algo que busca conseguir la nueva Agencia Pública del Alquiler.
Y otra gran inquietud generalizada fue la falta de limpieza en calles y plazas, así como la necesidad de reforzar la seguridad en distintas zonas de la ciudad. La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico reclamó instalar cámaras en calles estratégicas y poner en marcha campañas de concienciación ciudadana. Vecinos de Pla del Remei–Gran Vía, La Roqueta y Malilla denunciaron un deterioro en el mantenimiento de espacios públicos, problemas con el tráfico privado y una sensación creciente de inseguridad en sus barrios.
En Tres Forques, los vecinos lamentaron la contaminación por encima de la media y exigieron la creación de un parque en la calle José Sanchís. Desde Torrefiel se denunció el “abandono” de la ciudad en limpieza y transporte, mientras que en Montolivet se habló de aceras en mal estado y ausencia de arbolado. El nuevo barrio de Turianova reclamó más equipamientos básicos y transporte público, además de una solución a los atascos provocados por el soterramiento ferroviario.
Las zonas afectadas por la DANA, en el foco del debate
Como no podría ser de otra forma, los barrios más afectados por la DANA tuvieron un peso destacado en las intervenciones. Representantes de Sociópolis-La Torre-Faitanar agradecieron los cursos de formación para emergencias pero reclamaron inversiones para la reconstrucción de viviendas e infraestructuras. Desde la Torre y Cuidem la Raïosa se pidió más implicación de los servicios sociales, y asociaciones de madres y padres denunciaron que algunas familias realojadas siguen sin una vivienda digna casi un año después del temporal.
Además, en el ámbito de la educación, la FAMPA-València puso el foco en los colegios afectados por la DANA, pidiendo intervenciones urgentes que garanticen la seguridad de los alumnos. El Consell de la Joventut reclamó que las entidades juveniles puedan participar con voz real en la toma de decisiones, mientras que la entidad Famílies pel Valencià pidió reforzar la enseñanza del valenciano en los centros públicos.

Otras cuestiones sociales
La Federación de Mercados de Abastos insistió en la necesidad de fomentar el relevo generacional en estos espacios, vitales para la vida de los barrios. AVA-Asaja denunció la falta de ayudas al campo y reclamó trasladar la sede del Consell Agrari más cerca de la huerta. En contraste, las asociaciones vinculadas a la innovación —València Silicon Cluster y la Asociación Valenciana de Startups— agradecieron el apoyo municipal y destacaron que la ciudad se ha convertido en un polo de atracción de talento en el ámbito tecnológico y emprendedor.
El Club Zafranar reconoció la apuesta municipal por permitir a entidades deportivas gestionar instalaciones a través de concesiones demaniales, aunque colectivos como Orriols en Lucha denunciaron el cierre del polideportivo del barrio y la ocupación excesiva del espacio público. En paralelo, Hispanos sin Fronteras e Iberoamericanos de Valencia agradecieron el apoyo a la diversidad cultural, mientras que Voluntades Unidas para la Inclusión pidió agilidad en la homologación de títulos de la comunidad venezolana.
Y por último pero no menos importante, la voz de la cultura y el patrimonio también estuvo presente. La Asociación Cultural La Roqueta–San Vicente Mártir propuso que la Iglesia de Cristo Rey se dedique a la memoria del patrón de València y que el conjunto histórico se ponga al servicio de la ciudadanía. Lo Rat Penat defendió la restitución oficial del topónimo “Valéncia” como forma genuina de la ciudad, mientras que colectivos festivos de Benimaclet pidieron aprovechar solares vacíos para servicios municipales y equipamientos culturales.
El Debate sobre el Estado de la Ciudad concluyó con un amplio repertorio de propuestas vecinales que ponen sobre la mesa los retos más urgentes de Valencia: facilitar el acceso a la vivienda, reforzar la limpieza y la seguridad en los barrios, mejorar el transporte público y atender las zonas más golpeadas por la DANA.