- Colegios valencianos instalan medidores de calidad del aire
- Un 11% de los valencianos niegan el cambio climático
Los centros educativos de la Comunidad Valenciana responden ante la situación de emergencia climática. Desde la conselleria de Educación ya se está trabajando en la implementación de medidas que convertirán los colegios en espacios más sostenibles, saludables y de respeto al medio ambiente. Placas solares, jardines verticales, calderas de condensación, que consumen menos recursos, o comedores escolares sostenibles, basados en productos de proximidad, son algunas de las acciones que se irán desarrollando.
En la actualidad, a través del Programa Operativo de la Comunidad Valenciana 2014-2020, financiado en un 50% por los fondos Feder, se están llevando a cabo inversiones de eficiencia energética para reducir el consumo en 26 centros de educación secundaria. Para ello, se está realizando la sustitución de la iluminación por una tipo LED, sumándose a los 25 centros en los que ya se ha reformado la instalación lumínica.
Asimismo, para seguir reduciendo el consumo energético, durante el curso 2020-2021, se actuará en el sistema de calefacción para sustituir las calderas de gas natural o gasoil por otras de condensación que minimizarán, notablemente, el consumo de recursos, así como la instalación de placas fotovoltaicas para el aprovechamiento de la energía solar.
Desde Educación, y a través de las acciones del Pla Edificant, se diseñarán los proyectos de construcción de infraestructuras teniendo en cuenta criterios sostenibles tanto desde el punto de vista arquitectónico en relación al aislamiento térmico o la protección solar, como desde la ingeniería en las instalaciones de luz y agua para consumir menos.
Finalmente, otro cambio sustancial se producirá en los comedores escolares. El nuevo modelo que se plantea no solo recuperará la cocinas de los colegios, sino que se priorizará los productos de proximidad o kilómetro 0 y, por supuesto, de temporada. El objetivo, además de contribuir a la sostenibilidad, es fomentar hábitos de alimentación saludable y “enraizada en el territorio, permitiendo no recurrir a las grandes multinacionales del sector”, explicaba el conseller Vicent Marzà.
Un punto de vista que ya respaldan colectivos como la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la provincia de Castellón que, ya desde el año pasado, han centrado su atención en la alimentación que recibe el alumnado. Y es que entre los beneficios se encuentra tanto el fomento de una alimentación más equilibrada y saludable, como el apoyo de la economía local y la agricultura valenciana tan característica de nuestro territorio. Asimismo, el consumo de este tipo de productos reduce las emisiones contaminantes al evitar largos desplazamientos entre el punto de origen del producto y el de consumo.