El Ayuntamiento de Valencia invierte 265.000 euros en reparaciones estructurales urgentes en el pabellón de la Malva-rosa. De esta manera, la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha señalado que estas actuaciones estarán finalizadas para que el pabellón recupere el cien por cien de su actividad el próximo 11 de mayo.
En este sentido, Catalá ha explicado que “esta actuación era necesaria por el estado de deterioro que presentaba, lo que nos ha obligado a tener que cerrar la pista durante esta temporada 23/24 para repararla” y ha añadido que “estamos muy contentos de volver a recuperar la dignidad de este emblema deportivo de la ciudad como es el pabellón de la Malva-rosa”.
Asimismo, la primera edil ha señalado que en 2024 “se ha incrementado en 3,9 millones de euros el presupuesto destinado a inversiones para adecuar y reformar las instalaciones deportivas más demandadas, es decir, un 84 %, lo que nos ha permitido reparar más de 8 equipamientos deportivos, con una inversión superior a los 1,6 millones de euros”.
En concreto, la alcaldesa se ha referido al pabellón de El Cabanyal, el polideportivo de Nazaret, las piscinas de Trafalgar y de Benimaclet, el Velódromo Luis Puig, donde todavía se están ejecutando las obras, y en La Petxina, entre otros.
Además, María José Catalá ha destacado que València “está viviendo un momento muy dulce porque somos el territorio que más campeonatos y pruebas deportivas de primer nivel está consiguiendo captar y no vamos a dejar que el deporte base se pierda por falta de inversión en las instalaciones”.
Reparaciones realizadas en el polideportivo
Según informes técnicos, el pabellón de la Malva-rosa requería una actuación de urgencia por falta del adecuado mantenimiento. La intervención ha requerido el cierre de la pista durante el presente curso para acometer su reparación. Además, el polideportivo presentaba filtraciones en ambos canalones de la cubierta y en la parte central, impidiendo la práctica deportiva prácticamente en todo el pabellón.
Por otra parte, se han tenido que sustituir multitud de piezas de U-Glas de la fachada que estaban rotas o fisuradas; reponer bancadas de lavabos y espejos en vestuarios, que no se habían cambiado en los últimos 20 años; reformar los aseos y cambiar las puertas opacas que no permitían la ventilación.