La alianza entre el patriarcado y el neoliberalismo es, para el jurista y escritor Octavio Salazar, “un pacto perverso que pone en peligro los derechos humanos, especialmente los de las mujeres”. Una realidad a la que la escritora y política Lidia Falcón añade la necesidad de que el movimiento feminista adopte “un papel político y reclame el poder para defender los intereses de todos y todas”. Una ponencia que gana peso social a un mes de la celebración del 8 de marzo en un contexto de creciente ambigüedad social y política en torno a la igualdad de género.
La relación entre feminismo y política se debatió en la ponencia que llevaba el mismo nombre, en el marco del IV Feminario organizado por la Diputació de València. Un debate moderado por la diputada autonómica Rosa Mustafá, en el que se concluyó que una reforma constitucional es urgente para alcanzar la paridad. “La Constitución española es un texto androcéntrico, patriarcal y donde las mujeres no están. Nunca podrá ser avanzada si no es paritaria”, declaró Salazar.
El jurista también apeló a la responsabilidad de los hombres y a la necesidad de que “tomen conciencia del lugar privilegiado en el que se encuentran y abandonen la resistencia pasiva”. Salazar hizo hincapié en la obligación de la sociedad de reconocer “el poder y la autoridad de las mujeres”, al tiempo que “tenemos que cuestionarnos la propia sexualidad masculina y las relaciones de dominio que se ejercen sobre el cuerpo de la mujer”.
Falcón, por su parte, criticó el inmovilismo del movimiento feminista y su “poca ambición de poder, al declararse históricamente apolítico”. La escritora apeló a esta falta de ambición como una de las “mayores equivocaciones” del movimiento. “Después de los últimos acontecimientos mundiales, parte del feminismo está hablando todavía del amor cortés, festivales de cine…”, subrayó. Falcón aprovechó el marco del Feminario para hacer un llamamiento a los asistentes a no conformarse con “manifestaciones de cuatro horas”.