Conseguir un Palau “niquelado” en 2027. Esa es la previsión de Vicente Llimerá, director del Palau de la Música de València, quien pronostica que las obras que comenzarán en los próximos meses para reparar los desperfectos podrían estar finalizadas en poco menos de tres años. “Lo ideal sería que en 2027 ya esté el Palau totalmente renovado”, explicó ayer durante una rueda de prensa para presentar la hoja de ruta de los trabajos que aspiran a solucionar todas las deficiencias que recientemente ha revelado una auditoría técnica.
Fue esta memoria encargada por el Ayuntamiento de València la que ha sacado a la luz los problemas estructurales. Un informe que “permite conocer el alcance de los trabajos que hay que hacer”, concretó Llimerá; pero que también cifra el coste de estos: serán 6,4 millones de euros en total. De los casi 6 millones y medio, cerca de dos se destinarán a eliminar las goteras, filtraciones e inundaciones del vestíbulo; y 725.000 euros financiarán la restauración de los baños, la reparación de la plataforma del escenario de la sala principal o la instalación de un nuevo sistema de climatización, ya que el actual presenta carencias.
En ese sentido, las obras que se iniciarán próximamente en los dos edificios del Palau de la Música —tanto el principal como el anexo, donde se ubican las salas de ensayo y la zona de personal— se acometerán durante los años 2024, 2025 y 2026 con el objetivo de que en 2027 hayan finalizado. Unos trabajos que se llevarán a cabo en distintas fases y mediante varias licitaciones y procedimientos administrativos con el objetivo de no interrumpir la programación de actuaciones y conciertos que acoge el Palau cada temporada.
“El Palau no se va a cerrar y va a estar en funcionamiento como ahora. Ayer hicimos ‘sold out’ y vamos a trabajar para que siga siendo así porque el público está viniendo a todas las producciones de una manera muy asidua”, manifestó el dirigente de la entidad. En esa línea, Llimerá apuntó que gran parte de las intervenciones se realizarán durante los meses de verano aprovechando que no hay programación musical; mientras que otras, como por ejemplo las de la cubierta, se realizarán en plena temporada, pero "no afectarán" a las actuaciones y conciertos programados.
Cronología de las obras
De este modo, este mismo 2024, la previsión es redactar y licitar los proyectos de la reforma de los aseos y la estanqueidad del foso de los ascensores (donde se acumula gran cantidad de agua debido al nivel freático). Además, se preparará el proyecto de obra de la ampliación del escenario de la Sala Iturbi; así como del sótano donde se prevé mejorar la acústica en los espacios de ensayo y crear nuevos que tengan más capacidad para músicos.
En cuanto a las filtraciones, uno de los problemas más urgentes que tiene esta infraestructura, los trabajos se llevarán a cabo, por un lado, en la cubierta de cobre; y, por otro, en el vestíbulo del edificio anexo. Precisamente, estas serán las primeras obras cuyos pliegos ya se están redactando para poder licitarse y empezar este mismo verano cuando finalice la Temporada 23-24. “Vamos a actuar en primer lugar sobre el vestíbulo de entrada de personal porque desde agosto se ha tenido que cerrar tres veces, ya que cuando llueve se acumula más de medio metro de agua y esta llega también a las salas de ensayo del sótano”, detalló Llimerá. Así, esta obra se licitará mediante un contrato menor.
De cara a 2025, el plan de acción anunciado por la dirección del Palau y la Concejalía de Cultura incluye el inicio de las obras para convertir el Atrio de los Bambús en una gran sala de ensayo. Por otro lado, se acometerá la renovación de la red de fibrocementos durante los meses de verano coincidiendo en que no hay programación musical y también se retomará el desarrollo de uno de los trabajos más destacados del proyecto de obras: las actuaciones en la cubierta de cobre para solucionar los problemas de las filtraciones de agua debido a las lluvias.
La última fase del proyecto se extenderá entre los años 2026 y 2027 cuando, con el resto de obras ya avanzadas o finalizadas, se procederá a cambiar el sistema de climatización del vestíbulo, se renovarán las barras de la cafetería de este y también se sustituirá el revestimiento y acabado del vestíbulo que se encuentra deteriorado. Asimismo, se mejorará el aislamiento acústico de la Sala Iturbi, “una actuación que no es urgente, pero que hará que sea una sala mejor”, pronostica Llimerá.
Finalmente, 2027 es el año que su director, Vicente Llimerá, prevé que el Palau quede “niquelado” después de finalizar los trabajos de urbanización del entorno de este colosal edificio que se ejecutarán en los últimos estadios del proceso de las obras, concretamente entre finales de 2026 y 2027. Con ello, la dirección del Palau, el consistorio municipal y también el público valenciano esperan dar el pistoletazo de salida a una nueva etapa en la que sea únicamente la música y no el ruido de la maquinaria de obra la que llene la sala de conciertos más importante de València.