Los nuevos chiringuitos de la Malva-rosa no estarán listos para este verano

El derribo de las actuales infraestructuras y su renovación vuelve a retrasarse

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Playa Malvarrosa de València / Foto:  Xisco Navarro
Playa Malvarrosa de València / Foto: Xisco Navarro

Los nuevos chiringuitos de la Malva-rosa no estarán listos para este verano. La concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha anunciado hoy que las demoliciones de estas infraestructuras se realizarán en el mes de octubre, una vez acabe la temporada alta. Estas actuaciones tenían que haber empezado, en teoría, en octubre del año pasado. Sin embargo, una vez más, vuelven a retrasarse.

Por tanto, será la Junta de Gobierno Local la que apruebe este viernes la evaluación ambiental del nuevo diseño de los chiringuitos. Una vez esto se lleve a cabo, se abrirá un período de información pública antes de que se apruebe de manera definitiva la renovación de los locales situados en primera línea de playa.

Esta reforma viene condicionada por las exigencias del Ministerio de Transición Ecológica, puesto que en caso de que no se hicieran, el Ayuntamiento de València perdería las concesiones de dominio público marítimo-terrestre. Estos locales fueron construidos en los años 90 y su renovación lleva pendiente varios años, en parte, debido a la pandemia de la COVID-19.

Desde entonces, muchos han sido los diseños que se han presentado. El último lo ha hecho público hoy Sandra Gómez, quien pretende la construcción de edificios "más livianos". Los que presentaron los hosteleros,según ella, eran "demasiado opacos" y para aligerar las construcciones se han introducido cerramientos acristalados. Al menos el 40% de la fachada de los locales será de cristal, ha explicado la vicealcaldesa. Con los cambios introducidos "mejoramos la integración de las construcciones con la playa y el paisaje".

Las modificaciones del Ayuntamiento de València frente a la propuesta inicial de la hostelería contemplaron la retirada de la cocina en la planta superior, para que este espacio se destine al almacén, en compensación por las terrazas que pierden a pie de playa por la exigencia de Costas. Así, en la primera planta los hosteleros tendrán terraza (150 metros cubiertos y el resto sin cubrir).  También, desde el área de Urbanismo se modificó el diseño de las cubiertas para poder instalar placas fotovoltaicas.

El Ayuntamiento de València espera que este sea el paso definitivo de una de las piezas clave por lo que respecta a la reforma del paseo marítimo. Esta iniciativa forma parte del nuevo plan especial del Cabanyal que prevé quitar obra dura y la renaturalización de la zona con el objetivo de recuperar las dunas de la playa.

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