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El Plan Cabanyal nació en 2005 de un convenio de Ayuntamiento de València, gobernado por Rita Barberá, y la Generalitat Valenciana, con mayoría absoluta de Francisco Camps. Se mostró como un método, entonces bajo el nombre de Cabanyal 2010, para supuestamente proteger, reformar y rehabilitar el barrio. Estaba en marcha, precisamente, el proyecto para destruir parte de este y prolongar la avenida Blasco Ibáñez; era una empresa municipal que participaba del plan y a la que acompañó el conocido eslogan "sin prolongación no habrá rehabilitación", tras años de abandono del Ayuntamiento. Una empresa que, ahora, es el centro promotor de la rehabilitación y revitalización del barrio Cabanyal-Canyamelar.
"Cabanyal 2010, una empresa privada pensada para destruir 1.600 viviendas del Cabanyal y sin capacidad jurídica para regenerar y rehabilitar el resto del barrio". Así resumía la Associació de Veïns i Veïnes Cabanyal-Canyamelar la empresa que, supuestamente, iba a rehabilitar el barrio. Ayer, sin embargo, desde la Generalitat valenciana señalaban el inicio de una 'nueva etapa' en cuanto a esta entidad y, también, del barrio en sí.
"Vamos a comenzar un nuevo momento en la historia del Cabanyal. Vamos a plantear todas las políticas que hagan que el barrio se desarrolle en todos los aspectos. No sólo físicamente, también socialmente", indicaba ayer el Vicepresidente Segundo y Conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau. "El Pla Cabanyal tendrá entre sus tareas informar de todos los planes de vivienda que desarrolla el Ayuntamiento y la Generalitat y capacidad para gestionar nuestro patrimonio", resumía la Vicealcaldesa y Concejala de Urbanismo, Sandra Gómez.
Esta primera reunión con la 'reforma' de la empresa pública ya en marcha, se produce después de una reunión en la que, con el Alcalde de València, Joan Ribó, se establecieron las directrices generales. Pla Cabanyal, dedicado a ejecutar, según los vecinos y la asociación ya disuelta Salvem el Cabanyal, el PEPRI que pretendía la destrucción del barrio, aunará ahora cualquier aspecto de su rehabilitación en una especie de 'ventanilla única'.
La empresa, participada al 50% por ambas administraciones valencianas, será punto de información urbanística; registro de viviendas y ayudas para el alquiler; entidad colaboradora de los programas ARRU de regeneración del Ministerio de Fomento; gestión de los proyectos de Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI, con fondos europeos); gestión de elementos culturales del barrio y de todas las viviendas públicas propiedad del Consistorio y la Generalitat. Aunará, en definitiva, cualquier elemento relativo a la regeneración y revitalización del barrio bajo un mismo paraguas, para mejorar la productividad y conseguir que esta legislatura sea la de "la vuelta a la normalidad", según señaló Gómez.
Millones
Según los presupuestos del Ayuntamiento para el ejercicio de 2020, ya hay, con carácter finalista, programados 4,7 millones de euros para el EDUSI del Cabanyal. A esto hay que sumar, además, el dinero destinado al Pla Cabanyal, que también repercutirá en el barrio; 1,1 millones del Consistorio a través de la empresa para la rehabilitación.También pasará, sin cifras detalladas, los planes de rehabilitación ARRU y de la Generalitat Valenciana para las viviendas de su propiedad, además de lo destinado al Pla. "Vamos a resolver esos grandes espacios y vacíos urbanos que dejó la política depredadora del PP, que arruinó al Cabanyal. Daremos solución a todas esas viviendas vacías o desocupadas que fueron expropiadas o se forzó a la venta a sus anteriores propietarios", aseveró Gómez. Aseguran que quieren que las viviendas vuelvan a "llenarse de vida, de familia" y puedan "vivir la normalidad dentro del barrio Cabanyal-Canyamelar".