Mastika L'Horta: del campo a la mesa

Hui coneixem la història de Bruno, amant de l’ecologia i fundador de Mastika L’Horta

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Mastika L'Horta: del campo a la mesa

Hoy hablamos con Bruno Muñoz, un joven emprendedor amante de la ecología y el medio ambiente que, en 2014, decide poner en marcha un proyecto que le cambiará la vida. Su empresa, Mastika L'Horta, es el resultado de la superación. 'Hace unos años, superé una época, en la que no estaba muy fuerte, gracias a la alimentación ecológica, variada y de estación, y eso es el que yo quería ofrecer también a los demás. Todo lo que comemos está sulfatado, y yo ofrezco vida'. Con este lema, Bruno empezó, poco a poco, a dar forma a su empresa, hasta convertirse en lo que es ahora. Eso sí, con mucha dedicación y esfuerzo. 'Empecé con la huerta de mi yayo, y trabajando sólo con una azada'. Con el tiempo, los agricultores de los alrededores le han ido cediendo sus tierras, quizás, con la ilusión de que el trabajo de toda una vida no se quede en el olvido.

Ahora, Bruno ya cuenta con un pequeño equipo, que le acompaña en este camino. 'Trabajamos y vivimos como los agricultores de antes. Me levanto y me acuesto a la cama pronto porque acabas deshecho, plantamos cada producto a su tiempo e, incluso, plantamos con la luna aquellos productos que lo necesitan. He aprendido mucho de los agricultores que me rodean. Ahora llevo una vida mucho más tranquila, lejos del estrés de la ciudad', y aunque es un trabajo sacrificado, y en los últimos años no ha tenido demasiado tiempo libre, enseguida sabes que no se arrepiente de su decisión.

Mastika-l'horta

¿El resultado? Productos de temporada, cogidos del día. Sabores de antes de que, a los más mayores, les evocan recuerdos de cuando eran jóvenes. Mastika L'Horta crece día tras día. La filosofía 'del campo a la mesa' ha hecho mella en una sociedad cada vez más concienciada de la importancia de la alimentación sostenible, y es esto lo que ofrece Bruno. Amable, cercano y con una sonrisa en la cara nos cuenta que es feliz. 'Dedico muchas horas al campo, pero me gusta. Me siento feliz y, además, estás recuperando la huerta de Valencia, nuestra cultura. El valenciano no es nada si no tiene su cultura, y de la huerta sale todo'. Bruno representa ese espíritu, y con Mastika L'Horta ofrece 'productos que todavía están vivos. Te comes vida, y esto la gente lo nota'.

Pedidos en: [email protected]

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