Más de veinte años dando una segunda oportunidad a las personas sin hogar

Els servicis socials Sant Joan de Déu ofereixen un programa de suport individualitzat basat en la reinserció social

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Juan Manuel Rodilla, coordinador de los Servicios Sociales San Juan de Dios, nos abre las puertas del centro para enseñarnos cómo es el día a día de aquellas personas que buscan una nueva oportunidad para reinsertarse en la sociedad. Personas que, por diferentes motivos, se han quedado sin hogar, pero que tienen fuerzas para volver a empezar de nuevo. ‘En Valencia, los Servicios Sociales San Juan de Dios ayudan a las personas sin hogar desde hace 25 años. Cada año, atendemos a alrededor de 450 personas, que nos derivan desde los Centros de Atención de los Sin techo y los Centros de Atención de Inmigrantes’.

'El primer paso es dotarles de un recurso residencial y de un programa de acceso a la salud'

‘El primer paso cuando llegan aquí es dotarles de un recurso residencial, bien en el albergue, que tiene una capacidad para 50 personas, o bien en nuestra red de viviendas para aquellas personas que tienen más autonomía. El siguiente paso es un programa de acceso a la salud. Y es que el no disponer de un hogar hace que no puedan estar empadronados y, por tanto, no tener acceso al servicio sanitario. Conjuntamente, disponemos de un programa de deshabituación a algún tóxico o a la ludopatía, ya que, a veces, es consecuencia de esa situación de exclusión’.

Un programa completo, pero, eso sí, individualizado para adaptarse a la situación de cada usuario, con el único objetivo de ayudarles, respetando su dignidad, en este proceso, que suele tener una duración de entre tres y dieciocho meses, aproximadamente. Y es que, tal y como explica Juan Manuel, ‘no hay un perfil de personas sin hogar. A veces, se asocia con ideas preconcebidas, pero cualquier persona puede verse en una situación similar. La experiencia nos dice que no hay un perfil determinado, lo que hace que tengamos que desarrollar un programa específico para casa usuario’.

En este sentido, los Servicios Sociales San Juan de Dios cuenta con un centro ocupacional para aquellas personas que ‘se encuentran a la espera de alguna intervención sanitaria y todavía no pueden acceder al mercado laboral, o bien a la espera de una plaza en una residencia que, por edad, les corresponde’. Este centro ocupacional lo supervisa Toni, un usuario que pasó por la misma situación que sus integrantes, y que sirve como un refuerzo positivo para los demás. A pesar de saber lo que es estar en la calle, Toni sigue manteniendo un espíritu alegre que contagia a los que están a su alrededor. ¿Quién mejor que él para transmitir fuerza a los demás usuarios del centro ocupacional?

Un mismo espíritu que comparte Leo, el profesor de mecánica encargado de sacar adelante el centro Tàndem. Un taller formativo en reparación de bicicletas, que tiene como objetivo que sus integrantes logren encontrar un empleo en el sector. Leo nos cuenta, con orgullo, que son muchos los que acaban integrándose en el mercado laboral – 22 contratos en lo que llevan de año, apunta Juan Manuel -, pero además este taller está abierto al público en la calle Padre Urbano, 8 de Valencia para todo aquel que quiera llevar su bicicleta a reparar, o bien comprar una a un precio más que asequible.

San Juan de Dios

Ambos centros contribuyen a la integración social fomentando las relaciones sociales, a través de la convivencia y los planes de ocio que organizan desde el centro, así como la recuperación de una rutina y unos hábitos que se habían perdido tras pasar por una situación de exclusión social. Finalmente, Juan Manuel nos explica que ‘para ayudarles a que no vuelvan a encontrarse en una situación similar, les ofrecemos un seguimiento externo de coaching’.

Si tú también quieres ayudar, puedes hacerlo a través de su programa de voluntariado o a través de las donaciones que se destinan, exclusivamente, a ayudar a este colectivo. Asimismo, Juan Manuel recuerda que ‘es muy importante la sensibilización de la ciudadanía, y lo que hemos recibido de la sociedad valenciana ha sido una respuesta muy favorable en todos los sentidos, y más aún cuando informamos que teníamos dificultades a la hora de encontrar pisos de alquiler. Hoy en día, siguen llamándonos para ofrecerse a colaborar con nosotros. Estamos muy agradecidos’.

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