Los grandes proyectos de Movilidad en València

Fem un repàs a totes les remodelacions del Govern de la Nau en la ciutat

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  • La peatonalización de València

Tras su constitución en mayo del 2015, el gobierno municipal de Valencia –en manos de Compromís con los apoyos del PSPV y de Valencia en Comú- anunció que tomaría medidas para que se limitara el uso de las calles céntricas para cruzar la ciudad a los vehículos privados, emplazándolos así en las circunvalaciones habilitadas. Hoy, cuando restan unas pocas semanas para que se cumpla el tercer cumpleaños de Joan Ribó como alcalde de la ciudad, se han llevado a cabo múltiples iniciativas para paliar el tráfico de las calles céntricas motivadas por un doble objetivo. El primero, y el más preocupante tal y como han defendido siempre fuentes del gobierno y el propio Ribó, es reducir los altos niveles de contaminación de la ciudad que han llegado a estar en cifras cercanas a otras urbes como Madrid o Barcelona, acortándose unas cifras antes muy dispares. Y el segundo objetivo alude al de recuperar el espacio público “para todos los viandantes valencianos y valencianas”Es decir, a la peatonalización.

Desde que la formación de izquierdas dio el vuelco a la hegemonía conservadora, Valencia no ha dejado de modificarse

Por ello, desde que la formación de izquierdas dio el vuelco a la hegemonía conservadora de antaño, València no ha dejado de modificarse y la solución preferida por antonomasia ha sido la peatonalización de algunas áreas céntricas. Ahora, tanto gobierno como oposición están de acuerdo en la necesidad de promover cambios y blindar al tráfico enclaves turísticos como Ciutat Vella o el entorno de la Lonja –donde ya se ha actuado parcial y momentáneamente- por donde cada día pasean miles de turistas, así como los propios valencianos. Pero existe un dilema. ¿Peatonalización parcial o total?

Joan Ribó, alcalde de València

Desde el gobierno saben que resultaría imposible peatonalizar al cien por cien todo el centro de Valencia, simplemente, porque han de circular un número mínimo de buses y taxis. Pero, al menos, se pretende reducir el tráfico al mínimo, mientras que desde la oposición se niegan a aceptar cambios tan drásticos.

Un vistazo atrás

Tras 24 años de un reinado casi incuestionable del Partido Popular, el cambio de gobierno fue tal, que se dio un giro total a cada una de las áreas de la ciudad. En materia de movilidad, Rita Barberá apostó por iniciativas que hoy ya han pasado a la historia. Una de ellas fue la ordenanza que restringía el uso de la plaza del Ayuntamiento y de la plaza de la Virgen a actos exclusivamente organizados por el propio consistorio. De este modo, se evitaba que organizaciones que solían reunirse en estos puntos, como la Asociación Víctimas del Metro 3 de Julio, siguieran haciéndolo.

La idea de peatonalizar estaba incluida en el Plan de Movilidad de 2013, del PP

Pero la idea de peatonalizar tampoco es nueva. De hecho, el PP la incluyó en el Plan de Movilidad Urbana de Valencia de 2013, motivado por la necesidad de preservar y potenciar el entorno de la Lonja y el Mercado Central “por su significancia histórica y monumental” tal y como manifestaba dicho plan. No obstante, las ideas quedaron escritas en papel y nunca adquirieron forma. Ahora, miembros del equipo de gobierno como el concejal de Movilidad Giussepe Grezzi no tienen pelos en la lengua para recriminar que por aquel entonces el PP tenía otras prioridades como la Fórmula 1, y que en ningún momento se atrevieron a dar el paso, haciendo alusión a que no era una de sus medidas imprescindibles.

¿Cómo ha sido el cambio?

Vicent Sarrià (PSPV), concejal de Urbanismo de la ciudad de València, manifestó a finales del 2015 que "la filosofía y la prioridad del equipo de Gobierno es conseguir de forma paulatina y consensuada con asociaciones de vecinos y comerciantes que el centro histórico recupere espacio público en detrimento del vehículo privado".

En este sentido, Joan Ribó siempre ha abordado el asunto como un proyecto a largo plazo. “Estamos comenzando a planificar no a cuatro sino a ocho años muchas cosas”, dijo ya en abril de 2016. El alcalde es conciso al referirse a la peatonalización completa de la plaza del Ayuntamiento, que desde noviembre de 2015 restringe el tráfico el último domingo de cada mes.

futura Plaza de la Reina Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad Sostenible

“En cuatro años hay muchas cosas que no se pueden arreglar y este tema es uno de ellos”, manifiesta Ribó aludiendo a la necesidad de dejar el plan para una supuesta, aunque prevista para ellos, segunda legislatura.

Vicente Torres, miembro de la Concejalía de Movilidad, justifica a fuentes de nuestro medio el planteamiento de esta remodelación tan extendida en el tiempo, ya que "se necesita un concurso de ideas, un largo proceso de adjudicación del proyecto, de licitación, de tramitación, etc".

Primero, la Lonja y el Mercado

En febrero de 2016, se avanzó un poco más con la peatonalización del entorno de la Lonja y del Mercado Central de Valencia. El proyecto, a la par que necesario era obligatorio pues se debía responder a los requisitos indispensables para que el conjunto arquitectónico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre ellos, se obligaba a delimitar una zona de protección al tráfico de entre 300 y 500 metros. Compromís completó una jugada maestra de jaque mate. Por una parte, comenzaba a dar forma a uno de sus planes de gobierno y, además no descuidaba el patrimonio arquitectónico de la ciudad.

Entorno de la Lonja peatonalizado

La iniciativa fue bien recibida por parte del vecindario. No tanto por los comerciantes de la zona, sobre todo los vendedores en el Mercado Central, que se quejaron por la pérdida de ventas. Por aquel entonces, Grezzi posaba contento junto a su bicicleta –su habitual medio de transporte- en la zona. Enfrente del Mercado Central se había cortado uno de los dos carriles exclusivos para vehículos. El resto de la calzada pasó a estar ocupada por turistas, ciclistas, terrazas y pivotes.

El cambio fue tal que se llegó a bautizar la medida del gobierno como el “macetazo” por la cantidad de macetas con plantas que se utilizaron para habilitar la zona y hacer el espacio público más verde y atractivo. Ahora, por las polémicas que ha suscitado esta obsesiva manera de delimitar con maceteros las líneas entre calzada y zona peatonal, se han comenzado a utilizar bancos.

Quisieron más: Ciutat Vella

Más tarde, en mayo del mismo año, Joan Ribó y su equipo de gobierno fueron ambiciosos y decidieron actuar en el entorno de las turísticas Torres de Serrano. Grezzi volvía a ser protagonista y se presentaba ante las torres con un cartel (ilustrado por Laura Pérez) que titulaba “Ciutat Vella recupera el carrer” con un rostro de evidente satisfacción. Los planes de Compromís estaban resultando todo un éxito.

Remodelaciones en las calles de Ciutat Vella

La nueva medida limitó el tráfico –únicamente a vecinos que demuestren serlo- en Serranos, Náquera, Batlia, Corretgeria, Salvador, Almodí, Almirall, Venerables y Trinitaris. Con esto, el casco antiguo de la ciudad recuperó una pizca su esencia peatonal. La transformación de las calles consistió en el reparado del pavimento, la eliminación de los bolardos y la instalación de nueva señalización. Por ejemplo, la calle Serranos pasaba a ser de dirección opuesta.

Muchos tuvieron que darse la vuelta al encontrarse una señal de prohibido, con caras largas, a lo que el concejal argumentó que “después de 30 o 40 años es normal (esta resignación) y es necesario un periodo de adaptación”. Esta vez, los comerciantes de la Ciutat Vella sí que respondieron favorablemente. Grezzi manifestó que, pese a que sentían miedo de cara al futuro, algunos ya habían duplicado las ventas a los pocos días de la instauración.

Ahora, cuando ya ha pasado dos años desde que se actuara, observamos cómo no existe control alguno para ver si un vehículo lo lleva un vecino o no. De este modo, cualquiera circula por las calles de Ciutat Vella y la medida ha pasado a no ser lo efectiva que pensaban.

Y esto se sabía desde el primer momento, aunque los comerciantes de la zona se conformaron con la iniciativa. La gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia, Julia Martínez, manifestó que la peatonalización sería positiva porque “es un entorno monumental y turístico que merece una buena calidad ambiental”. Además, valoró como correcto el cambio porque según ella, aumentarían las ventas , hecho que luego, en efecto, ocurrió. “Si a una calle la liberas de tráfico y puedes pasear tranquilamente, se visibiliza más el escaparate y la gente cruza más fácilmente. Cualquier entorno peatonal urbano hace que en cinco años se revitalicen los comercios del entorno”, dijo.

La plaza de la Reina: futuro-presente

Fernando Giner, portavoz del grupo de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia es una de las figuras más implicadas en la causa. “Todo lo que quieren hacer está muy bien para el medio ambiente”, destaca, "pero hay una falta de organización enorme”. El líder de C’s se refiere a los términos y las fechas de actuación. Desde la oposición valoran como buenas las intenciones de Compromís pero no comparten su modo de trabajo

La peatonalización de estas zonas ha tenido una buena acogida y desde el Ayuntamiento ya piensan en nuevas iniciativas que afectarán a la popular calle de la Paz o a la plaza de la Reina, además de perseverar en la idea original de actuar sobre la plaza del Ayuntamiento.

En septiembre de 2016 se avanzaba. Desde el Ayuntamiento de Valencia, el equipo de gobierno, encabezado por Giuseppe Grezzi –uno de los baluartes del proyecto- anunciaba que las obras para la plaza de la Reina se iniciarían en 2017 y que, para el 2018 estaría lista.

Sin embargo, no fue así. El pasado 22 de marzo, el concejal de Movilidad presentó el proyecto definitivo de remodelación de este enclave. Uno de los cambios más importantes será el que concierne al parking subterráneo. El acceso de entrada se trasladará a la calle La Paz, y la salida a la calle del Mar, lo que permitirá "liberar el espacio para el peatón que podrá disfrutar de una plaza de más de 10.000 metros cuadrados", aseguró Grezzi.

futura Plaza de la Reina Proyecto de remodelación de la plaza de la Reina

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Asimismo, aseguró que habrá "zonas de descanso, zonas verdes y zonas de sombra para combatir las altas temperaturas de la ciudad". Así, "se colocarán un centenar de árboles y plantas mediterráneas con bancos alrededor, que generarán sombra, pero también se colocarán unos toldos altos desmontables que asegurarán que siempre haya espacios de sombra en la plaza. Además, se instalará un sistema de pulverización de agua y dos fuentes".

El futuro lejano: ¿Plaza del Ayuntamiento?

Si esto es un proceso lento y gradual, como en su inicio declaró el propio Ribó antes de iniciarlo todo, primero iría la plaza de la Reina, y una vez terminada, la del Ayuntamiento. Y es que, el proyecto de esta segunda plaza fue uno de los más votados en los últimos presupuestos participativos impulsados por el gobierno local, que contaban con hasta 7 millones de euros. Más de 3.800 personas votaron esta opción, por detrás de la propuesta ganadora de crear estaciones de energía solar, que recabó más de 4.000 votos.

Con todo, llevará su tiempo. Por ahora, el coste inicial, el que se dedicará en 2018 a la redacción del proyecto, es de 450.000 euros. Por tanto, el inicio de las obras se retrasará al menos, hasta 2019.

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