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Si esta legislatura estuvo marcada por los procesos de peatonalización de plazas que se pusieron en marcha, en esta nueva legislatura que comienza será el momento de ver algunos de los frutos. Y no estamos hablando de la peatonalización de las grandes plazas de la ciudad, que siguen su curso, sino de las pequeñas plazas que inundan los diferentes barrios de València, y que desde el Consistorio se han propuesto, en algunos casos, mejorarlas y, en otros, recuperarlas para los viandantes.
Algunas de las actuaciones a las que hacemos referencia son la Plaza Llorenç de la Flor, en el barrio del Cabanyal, cuyas obras ya han arrancando con el objetivo de reurbanizar este espacio, mejorando la accesibilidad, restaurando el parque infantil o soterrar el cableado eléctrico. Se prevé que esta actuación llegue a su fin el próximo mes de septiembre para que los vecinos y vecinas de este barrio marinero puedan disfrutar de una renovada plaza que, además, contendrá los monumentos restaurados de José Benlliure Gil y Eduardo Escalante.
Además, en los meses de febrero y marzo también se iniciaron diferentes obras de reforma de plazas, como la de la Plaza del Centenar de La Ploma en el barrio del Carmen, para dotar al distrito de Ciutat Vella de más zonas infantiles, o las obras de la nueva zona verde en la plaza Santa Maria Mazzarello, en el barrio de Orriols, que consisten en la creación de una isla interior de 1.249 metros cuadrados, y la instalación de un multijuego que consiste en una pasarela elevada, un laberinto de cuerdas o una red horizontal, entre otros elementos.
Otro de los grandes proyectos, sin duda, es la ejecución de la plaza ajardinada en la confluencia de la avenida Tarongers con la calle Lluís Peixó, en la que está previsto que se sitúe el nuevo mercado del Rastro de València. El mes de marzo se adjudicaba el contrato de obras y se prevé que el proyecto saldrá a licitación por un importe de poco más de un millón de euros.
En este sentido, el proyecto prevé la habilitación de una nueva zona verde de más de 12.000 metros cuadrados, en los que se reubicará el Rastro, pero también se habilitará un nuevo espacio de parque para el disfrute de vecinos y vecinas, y que contará con una zona de socialización de animales, juegos infantiles y aparatos de mantenimiento fitness y salud.
Por último, el barrio de San Marcelino también está a la espera de que el proyecto de peatonalización de la plaza del barrio vea la luz. Una plaza que, mediante una actuación blanda, ya se ha recuperado para la ciudadanía, pero que, con un presupuesto de 185.000 euros, se proyectará un espacio que no solo respetará la idiosincrasia del barrio, sino que se mejorará la vida asociativa, festival y cultural que tanto caracteriza a este barrio valenciano.
