Los valencianos y valencianas esperan con mucha ilusión una fecha que marcan cada año en el calendario: la del 9 de Octubre, el día de la Comunidad Valenciana. Una festividad donde los símbolos de esta región llenan las calles para celebrar la llegada de Jaume I el Conqueridor en la ciudad, pero también, el día de los enamorados, Sant Dionís.
Varios historiadores postulan que la onomástica de Sant Dionís el 9 de octubre, patrón de los panaderos y pasteleros, no se celebraba de ninguna forma en especial, pero con la llegada de Jaume I a València, este día se convirtió en una jornada de celebración. Aunque no se sabe por qué la tradición es que los hombres regalan la mocadorà a las mujeres, algunos historiadores consideran que el origen proviene del s. XV, cuando se popularizó el mazapán y se introdujo la pólvora en las fiestas. Según Manel Carrera, entre el s. XV y el XVIII València se llenaba de los “piulets” y “tronadors”, dos cohetes especiales que se lanzaban desde las azoteas de los edificios y, especialmente, desde el actual Palau de la Generalitat Valenciana.
Sin embargo, después de la Guerra de Sucesión a principios del s. XVIII, Felipe V impuso los Decretos de Nueva Planta y abolió los Fueros valencianos, entre estos la celebración del 9 de Octubre. Con esta decisión, el gremio de panaderos y confiteros quiso continuar honrando a Sant Dionís con la elaboración de mazapanes en forma de piulets y tronadors que representaban la pirotecnia prohibida, así como frutas y hortalizas que simbolizaban la fertilidad de la huerta valenciana y el regalo que el pueblo hizo a la reina Violante de Hungría en su llegada, frutas envueltas en un pañuelo.
Aun así, otras investigaciones sostienen que los dulces en forma de tronador y de piulet también hacen referencia a la sexualidad, puesto que tienen forma de genitales femeninos (tronador) y masculinos (piulet), como opina el historiador Rafael Solaz. Por eso, es costumbre regalarlo entre los enamorados y Sant Dionís es considerado el San Valentín valenciano.
Actualmente, la festividad del 9 de Octubre es un día no sólo para celebrar los rasgos identitarios de la Comunidad Valenciana, sino también para mantener viva una tradición tan dulce como esta. Y es que todavía emociona a muchos abrir los pañuelos y descubrir los mazapanes de almendra, azúcar y huevos en forma de frutas de colores y de tronadors y piuletes, uno de los tesoros gastronómicos más curiosos del territorio valenciano.