La FAAVV visita el Puerto de Valencia y la Casa Forestal de El Saler

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Miembros de las diferentes asociaciones que integran la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia (FAAVV) participaron ayer en dos visitas organizadas por la entidad vecinal, una al Puerto de Valencia y la otra a la Casa Forestal de El Saler,  con motivo de la celebración de la XXVI Semana Ciudadana. En la primera de ellas, los asistentes han conocido las terminales y los muelles del Puerto de Valencia y han tenido la oportunidad de saber de primera mano la relevancia que tienen las instalaciones portuarias valencianas “para una Comunidad exportadora y abierta como la valenciana”, según han explicado fuentes de la Autoridad Portuaria.

Los miembros de las diferentes asociaciones vecinales, encabezados por su presidenta, María José Broseta, han visitado el Puerto desde la mar a bordo de la embarcación que la Autoridad Portuaria usa para las visitas y desde la que han podido observar los trabajo de estiba de varios portacontenedores de más de 350 metros de eslora que en esos momentos había en los muelles de MSC y de Noatum, la terminal de contenedores más grande y con más capacidad de Europa.

Asimismo, otro grupo importante de representantes vecinales se han dirigido a la pedanía de El Saler en la que han podido conocer, acompañados por la alcaldesa pedánea, Anna Batlle, y el presidente de la Asociación de Vecinos, Pere Pau, la Casa Forestal, uno de los edificios públicos más desconocidos por el pueblo valenciano debido a la dificultad que siempre ha supuesto la posibilidad de visitarla, reservada hasta hace poco sólo para la Casa Real o visitas ilustres.

Este edificio, ubicado en el interior del bosque de la Devesa de El Saler, se construyó en 1920 para albergar al cuerpo de Guardas Forestales encargado de vigilar el bosque y, posteriormente, pasó a manos de la Corona, aunque en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Valencia. El interior destaca por su abundante decoración por medio de retablos cerámicos y azulejos  que representan escenas de la vida cotidiana de La Albufera, entre ellos, el panel que adorna el pavimento de la sala principal de la planta baja y que representa la leyenda de la serpiente Sancha y el pastor,  inmortalizada por Blasco Ibáñez en su novela ‘Cañas y Barro’.

La presidenta de la Federación de Vecinos ha mostrado su satisfacción “porque hemos sido el primer grupo de ciudadanas y ciudadanos que ha tenido la posibilidad de acceder a este edificio tan emblemático que se ha recuperado para el pueblo después de casi cien años de historia dedicado exclusivamente para uso privativo”.

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