La contaminación, un problema europeo

València també està en l’avantguarda de les ciutats europees en la lluita contra la contaminació

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Las principales ciudades europeas llevan, desde hace años, implantando medidas para intentar reducir la contaminación atmosférica. Un problema que, de acuerdo con la Agencia Europea del Medio Ambiente, causó la muerte prematura, en 2014, a alrededor de 428.000 personas en 41 países de Europa. Ante estas cifras, no es de extrañar que más de 200 ciudades europeas hayan puesto en marcha políticas de restricción de vehículos o alternancia de circulación.

De esta manera, París ya anunció su intención de prohibir la circulación de vehículos diesel en 2024, y los de gasolina para 2030. Así, no sólo se está acelerando el desarrollo de coches eléctricos y el refuerzo del transporte público, sino que además los carriles bici están cobrando un protagonismo muy especial, al igual que ocurre en Berlín, que ya ha anunciado un plan para construir 'autopistas' reservadas, exclusivamente, a ciclistas.

Y es que la reducción de la contaminación atmosférica sería mucho más notable si se concienciara sobre la importancia de desplazarse por la ciudad con medios de transporte más sostenibles, como son las bicicletas. Una acción que ya se está impulsando en las grandes ciudades europeas. Así, mientras en Copenhague también se están construyendo autopistas ecológicas para garantizar una movilidad segura a los ciclistas, en Londres tienen implantado un sistema de tarifas de congestión que limitan la circulación por el centro de la ciudad. En 2008, esta ciudad ya impulsó la 'Zona LEZ' (zona de bajas emisiones), donde se controlan las matrículas de los vehículos para saber si cumplen o no los requisitos para conducir dentro de ella, y evitar la contaminación producida por los coches diesel y los de gran tamaño,

Finalmente, la capital europea, Bruselas, cuenta con la zona peatonal más grande de Europa, con más de 50 hectáreas. Asimismo, el año pasado, la ciudad anunció la prohibición de circulación a los vehículos diesel de más de diez años a partir de 2018. Iniciativas pioneras que ponen a estas ciudades en la vanguardia de la lucha contra la contaminación, garantizando, de esta manera, una mejor calidad de vida para sus ciudadanos.

La Valencia europea

Como no podía ser de otra manera, Valencia también se encuentra en la lista de ciudades europeas que empiezan a impulsar acciones para reducir la contaminación. En este sentido, desde el Ayuntamiento se está trabajando para transformar el modelo de movilidad de la ciudad, gracias a la ampliación del carril bici o el refuerzo del transporte público, que tiene como objetivo ofrecer alternativas al uso del vehículo privado.

El Alcalde de Valencia, Joan Ribó, anunciaba que 'Valencia camina, por fin, hacia la movilidad sostenible'. De esta manera, también se está fomentando la recuperación del espacio público para que los ciudadanos sean los protagonistas. Así, medidas como la ampliación de aceras, la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento o la limitación a 30 km/h por el centro de la ciudad son algunas de las acciones que ayudan a contribuir a mejorar la calidad del aire que respiramos.

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