La Generalitat estudia implantar peajes en el área metropolitana de València

El Plan de Movilidad del Área Metropolitana también contempla aparcamientos disuarios y la práctica eliminación del estacionamiento libre

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Tráfico en la A3. Imagen de archivo
Tráfico en la A3. Imagen de archivo

Las políticas de la Generalitat Valenciana para favorecer la movilidad sostenible llegan al área metropolitana de València. La Conselleria de Obras Públicas ha puesto en exposición pública su plan respecto a esta cuestión (PMome) y, entre otras cosas, se proponen la creación de hasta 15 aparcamientos disuasorios, la reducción progresiva de plazas de estacionamiento libre en la capital o la implantación de peajes a vehículos por el uso de calles y carreteras.

Este conjunto de iniciativas impulsadas por la administración autonómica reflejan la intención del Consell de reducir las emisiones contaminantes con el fin de aminorar los efectos del cambio climático. No obstante, cabe resaltar que estas son propuestas que pueden modificarse y que, en caso de aprobarse, no sería hasta diez años después cuando entrarían en vigor.

Respecto a una de las medidas más polémicas, como es el peaje para el área metropolitana de València, el documento se inspira en actuaciones que se llevan realizando en otras grandes ciudades como Londres. Desde Conselleria apuntan que el sistema se aplicaría, por un lado, mediante la tarificación por acceso a determinadas zonas o, por otro lado, el pago por kilómetros recorridos. Algo que todavía se está estudiando.

Por otra parte, sí que se conoce que el sistema se explotaría mediante una empresa concesionaria cuya actividad estaría supervisada por la Generalitat. Las recaudaciones irían destinadas a la mejora del transporte público, por lo que quien use las carreteras estará financiando la mejora del servicio de metro o bus metropolitano.

Fases de implantación

El documento con el que está trabajando la Conselleria de Obras Públicas plantea la introducción de estos peajes en el área metropolitana de València "de manera progresiva". El proceso, por tanto, tardaría más de diez años en completarse, puesto que la prioridad de la Generalitat es realizar "una importante campaña de concienciación de la opinión pública respecto de los beneficios".

Así, el trayecto hasta la implantación definitiva de los peajes es largo. Antes de llevarse a cabo el proyecto, deberán hacerse estudios para valorar el sistema y en qué cantidad podría disminuir el tráfico rodado, cuánto se podría ingresar con el peaje o cuál es la mejor manera para implantarlo a nivel técnico.

Desde la administración autonómica se han mostrado rotundos a que la implantación de estos peajes en el área metropolitana tiene que ir unida a "inversiones necesarias" en transporte público junto a la Diputación y los ayuntamientos. Las primeras previsiones apuntan a que a final de la década se debería realizar una prueba piloto en varias localizaciones del ámbito metropolitano.

"Una vez corroborada de manera práctica la aplicabilidad y beneficios de la propuesta, se escalará a nivel metropolitano el sistema de pago, con la aplicación de las tarifas establecidas, así como el comienzo de la gestión de ayudas sociales", expone el plan de movilidad sostenible.

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