El calor de este verano ha tenido un aliado inesperado para miles de valencianos y visitantes: las fuentes municipales de agua refrigerada. Solo en julio y agosto han servido más de 124.000 litros de agua fresca, consolidándose como uno de los recursos más valorados para combatir las altas temperaturas. Actualmente hay 54 repartidas por toda la ciudad y el objetivo es acabar el año con 23 más.
La alcaldesa en funciones y presidenta de Emivasa, María José Ferrer San Segundo, junto al concejal del Ciclo Integral del Agua, Carlos Mundina, visitó el centro de operaciones en Vara de Quart, donde conocieron de primera mano no solo el balance de consumo, sino también las últimas novedades tecnológicas en la gestión del agua.
Récord de consumo en pleno verano
Que las fuentes son un éxito es incuestionable. En julio dispensaron 56.000 litros y en agosto 68.000, con un incremento del 21 % durante la semana más calurosa del verano respecto al mes anterior. Desde que comenzó el año, la red ya ha suministrado 748 metros cúbicos de agua.
Los puntos más frecuentados suelen ser los de Vivers, la plaza del Ayuntamiento y el tramo 14 del Jardí del Túria, aunque este agosto las nuevas fuentes de la Marina han sido las auténticas protagonistas. Además, para el próximo curso se abrirá un nuevo punto en la Universitat Politècnica, en plena avenida de Tarongers.
“Estas fuentes han tenido una grandísima aceptación y son un modelo para toda España”, destacó Ferrer San Segundo, subrayando que contar con agua fría y gratuita en plena calle es una diferencia clave respecto a otras ciudades.
La visita también sirvió para conocer de cerca el funcionamiento del gemelo digital de la red de agua potable, un sistema pionero que convierte a València en referente internacional. Este modelo permite anticipar problemas, controlar fugas en remoto y garantizar un servicio más eficiente y sostenible.
El centro de mando en Vara de Quart coordina las operaciones las 24 horas del día, los 365 días del año, demostrando que la digitalización no es una promesa de futuro, sino una realidad que ya funciona en la ciudad.
Facturas online y una app que gana usuarios
La digitalización se deja notar también en la relación con los vecinos. Desde marzo, Emivasa cuenta con una nueva aplicación móvil que ya ha convencido a 24.000 personas. A eso se suman 97.000 usuarios que consultan sus facturas a través de la oficina virtual.
En total, cuatro de cada diez valencianos ya utilizan la factura electrónica: 177.512 abonados, lo que supone un 39 % del total. Este salto ha permitido reducir en un 70 % las reclamaciones y mejorar la atención al cliente.
“El uso de la tecnología y pensar en verde es fundamental”, recalcó Mundina, que fijó como reto llegar al 50 % de usuarios digitales en los próximos meses. Para ello, la empresa está depurando continuamente el padrón de abonados, clave para una comunicación más eficaz, sin duplicidades y con un servicio más rápido.
Un trabajo que, en palabras de la propia compañía, sitúa a las personas en el centro de su gestión. Porque al final, todo esto —desde las fuentes de agua fría hasta la factura digital— no va solo de tecnología. Va de mejorar la vida cotidiana de quienes viven en València.