Exámenes en la UV: variedad de modelos para evitar el fraude

L’avaluació contínua guanya pes en les guies docents de les assignatures de la Universitat de València, en detriment dels exàmens finals

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Estudiantes universitarios durante la realización de un examen
Estudiantes universitarios durante la realización de un examen

Llega el mes de mayo y los alumnos de la Universitat de València empiezan a sentir la proximidad de los exámenes. Un periodo que suele extenderse entre finales de mayo y principios de junio y en el cual los alumnos tienen que demostrar la adquisición de conocimientos y de capacidades para poder superar el curso. Este año, la propagación de la COVID-19 ha paralizado las clases presenciales del segundo cuatrimestre y ha obligado a la Universidad a adaptarse a las restricciones de movilidad y de reunión. Unas adaptaciones que también se tendrán que hacer en la realización de los exámenes, puesto que no será posible asistir de forma presencial. Así, cada profesor tendrá libertad para elegir el modelo de evaluación conveniente y tratará de evitar, en la medida del que sea posible, el fraude entre el alumnado.

Con una evaluación desde el domicilio, las posibilidades de copiar y ayudarse con apuntes e información de Internet aumentan considerablemente. No quiere decir que los alumnos lo hagan, pero existe la posibilidad, de forma que se está estudiando la manera óptima para poder realizar los exámenes de forma justa.

Una de las principales opciones elegidas según cuentan alumnos de varios grados de la Universidad será el tipo test con limitación de tiempo y sin posibilidad de volver atrás a revisar las respuestas. Así se evitaría que tengan tiempo para encontrar la información entre los apuntes. Además, algunos profesores han informado que habrá diferentes modelos de exámenes para evitar la comunicación entre los alumnos durante el tiempo de su realización. Otra de las opciones que se está transmitiendo a los alumnos consiste en el cambio de exámenes más teóricos a exámenes más prácticos, donde se tendrá que aplicar la teoría estudiada. Y también la opción de los exámenes orales gana fuerza porque imposibilita la opción de copiar y consultar información en el momento.

A lo largo de los últimos días, buena parte de los profesores han adaptado la guía docente a las condiciones actuales para dar más peso a la evaluación continua, en detrimento de los exámenes finales. Esta es una de las medidas que se propuso por parte de la dirección de la Universitat, puesto que la evaluación continua permite valorar el trabajo realizado durante el cuatrimestre. Además, la Universitat anunció la semana pasada que no se utilizarían sistemas de reconocimiento facial basados en datos biométricos (conocidos con el término de proctoring) para garantizar la privacidad del alumnado. El proctoring es una técnica de monitorización y vigilancia utilizada en pruebas de evaluación que tiene como objetivo controlar las acciones del alumnado. Así pues, solo se podrá requerir la activación de la cámara web para identificar la persona que realiza el examen, pero no se podrá solicitar que esta permanezca encendida durante el tiempo de la prueba. En el caso de los exámenes orales también se podrá exigir la activación de la cámara.

Además, desde la Universidad se trasladó que ningún alumno quedaría fuera de la evaluación por causas de falta de material y que se buscaría un mecanismo alternativo en cada caso. En consecuencia, la Universitat está dotando con ordenadores, conexión a Internet y conexión a datos móviles a aquellas personas que lo necesitan.

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