El Ayuntamiento de València activa el programa Reviure para fomentar la reforma y alquiler asequible de vivienda vacía

Es subvenciona fins a 20.000 euros la reforma de la vivenda, que s’adjudica a una persona de la borsa de demandants de lloguer accessible

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0910 RdP Programa Reviure (3)
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El alcalde, Joan Ribó, acompañado de la concejala de Vivienda, Isabel Lozano, ha presentado esta mañana el programa municipal Reviure, que tiene como objeto volver a habitar las viviendas vacías en la ciudad y facilitar el acceso a un precio asequible. A través de Reviure, el Ayuntamiento subvenciona hasta un máximo de 20.000 euros la reforma de la vivienda, con un máximo de 60.000 euros por propietario, con la condición de que haya estado vacía durante al menos un año y el compromiso de mantenerla un mínimo de cuatro años en el programa de alquiler. Después la vivienda se adjudica a una persona de la bolsa de demandantes de alquiler accesible, cuyas normas se aprueban mañana en Junta de Gobierno. El primer edil ha destacado "la potencialidad" de esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 500.000 euros para el 2020 y pretende alcanzar como mínimo 25 viviendas en su primera convocatoria.

Ribó se ha referido al "cambio de tendencia en la sociedad", que ha pasado de estar "acostumbrada a comprar un piso" hacia un modelo de alquiler a causa, entre otros motivos, de las dificultades de los jóvenes para encontrar una ocupación o la movilidad en el puesto de trabajo. "Las consecuencias son muy claras: un incremento importante en el precio del alquiler, que hace que muchas personas no puedan tener acceso". Por otro lado, el alcalde ha destacado que "en la ciudad de València hay alrededor de 57.000 pisos vacíos, según el último censo", bien porque "son antiguos, no están adaptados, no es fácil ponerlos en el mercado en unas condiciones mínimas". Por eso, "el gobierno municipal, dentro de sus políticas de vivienda", persigue que "estos pisos, que no tienen una función social, entren en el mercado a un precio de alquiler asequible".

A través de Reviure, el Ayuntamiento subvenciona hasta 20.000 euros la reforma de la vivienda, con un máximo de 60.000 euros por propietario, independientemente del número de viviendas que incorpore, con el compromiso de mantenerla un mínimo de cuatro años en el programa y con la condición de que haya estado vacía al menos durante un año. Esta ayuda se tiene que destinar al pago de las obras de reforma necesarias para que la vivienda esté en condiciones adecuadas de habitabilidad y a suscribir un seguro de impagos de la renta de alquiler. El alcalde ha subrayado "la potencialidad" del proyecto, "porque con pocos recursos estamos introduciendo en el mercado una serie de pisos que pueden satisfacer una demanda y, de paso, podemos ayudar también a bajar los precios" y ha recalcado que se dan "garantías a los propietarios de que su piso tendrá una rentabilidad a la vez que tendrá también una rentabilidad social".

"La idea es que quien tenga una vivienda vacía durante al menos un año la ponga a disposición del Ayuntamiento de València para ser adjudicada a una persona o unidad de convivencia en régimen de alquiler asequible", ha explicado Lozano. Se trata así de "volver a habitar viviendas, facilitando el acceso a una vivienda digna y a un precio adecuado, para que puedan acceder personas que no tienen recursos económicos suficientes para acceder a la oferta del mercado inmobiliario". De esta manera "conseguimos un triple objetivo": movilizar la vivienda vacía en València —57.196 según datos del Instituto Nacional de Estadística referidos a 2011—, incrementar la oferta estable de vivienda en régimen de alquiler asequible y mejorar las condiciones de habitabilidad de las viviendas de la ciudad. El programa Reviure para 2020 cuenta con un presupuesto de 500.000 euros para 2020 y pretende alcanzar como mínimo 25 viviendas en su primera convocatoria.

REQUISITOS DE LAS VIVIENDAS

La regidora ha detallado algunos de los requisitos que tienen que cumplir las viviendas para acogerse a las ayudas del programa: estar vacías o desocupadas como mínimo un año; estar dadas de alta de los suministros de agua, luz y gas; disponer de certificado de eficiencia energética en vigor; presentar un estado de conservación adecuado; estar provistas de cocina y baño, y estar libres de muebles y efectos. Por el contrario, "no se incluirán aquellas viviendas que, desde el servicio de Vivienda, se valore que no reúnen condiciones o que por su estado, ubicación o características resultan difícilmente arrendables o que su reforma sea de tal envergadura que necesite de una licencia de obras".

Por otro lado, las personas propietarias están obligadas a: incorporar las viviendas en el programa durante un mínimo de cuatro años; aceptar a las persones inquilinas que proponga el Ayuntamiento de la bolsa de solicitantes de alquiler accesible, cuyas normas aprueba mañana la Junta de Gobierno Local; aceptar el precio del alquiler marcado por el Ayuntamiento, la cuantía del cual se obtiene a partir de una fórmula que prevé un módulo básico marcado por la Conselleria de Vivienda, la superficie y la antigüedad del edificio, y también valora la zona, la conservación, la accesibilidad —si dispone o no de ascensor— y las instalaciones de confort de la vivienda y el edificio —si tiene aire acondicionado, calefacción o certificación energética de categoría A, B o C—. Tampoco puede tener deudas con la comunidad de propietarios.

Entre los beneficios del programa, según la edila, figura que el Ayuntamiento analiza el estado de la vivienda y facilita gratuitamente un informe y una tasación del precio del alquiler; busca a los inquilinos; elabora el contrato de arrendamiento y hace un seguimiento; asesora la propiedad sobre la tramitación del certificado de eficiencia energética, y se compromete a devolver la vivienda en buenas condiciones.

Lozano ha matizado que hay que "distinguir entre el programa Reviure y la subvención", de manera que "una vivienda puede incorporarse al programa sin solicitar o necesitar de la subvención porque se encuentra en buen estado". Así, se puede entrar a formar parte del programa durante todo el año, mientras que la convocatoria de 2020 para optar a una subvención es de 20 días naturales desde el día siguiente a su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.

A partir del martes de la semana que viene se pondrá en marcha una campaña de publicidad en mobiliario urbano (mupis), medios de comunicación y redes sociales y se mantendrán reuniones con inmobiliarias, comunidades de vecinos y la Federación de Asociaciones de Vecinos de València, entre otros colectivos, para dar a conocer el proyecto. "Con esta acción queremos incentivar y animar a toda aquella persona que tenga una vivienda vacía, por motivos económicos o por miedo a impagos o a problemas con los inquilinos, a que la ponga en alquiler. Detrás está el Ayuntamiento para asesorarles y ayudarles a superar esas dificultades".

ACUERDO PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD

El programa Reviure, ha manifestado Lozano, entronca con el Acuerdo Marco para la Recuperación y la Reconstrucción de la Ciudad de València en el contexto del postCOVID-19, aprobado en el Pleno del pasado 7 de julio, respecto a "la línea del derecho a la vivienda" como a "la línea de inversiones y subvenciones", puesto que "se potencia la rehabilitación de vivienda y se impulsa la obra pública como medidas de reactivación del empleo y mejora de la calidad urbana".

Isabel Lozano ha mencionado datos del Barómetro Municipal de Opinión Ciudadana correspondientes al pasado mes de marzo, que "nos confirmaban que el programa tendría éxito". Así, "el 89,6 % de la población se encuentra a favor de fomentar la rehabilitación de viviendas para destinarlas al alquiler y el 89,4 % considera que hay que aumentar la seguridad jurídica para el arrendador garantizando el cobro de la renta". Además, "el 43,9 % de la población menor de 40 años vive en una vivienda de alquiler, el 80,6 % de la población estaría a favor de ofrecer ayudas de rehabilitación a personas propietarias que pongan una vivienda en alquiler, el 59,8 % de quien tiene una vivienda deshabitada no la tiene ofrecida en alquiler o venta, el 33,2 % de la población tiene una vivienda deshabitada y no alquilada por desconfianza en el pago de la renta y el 8,9 % de las viviendas deshabitadas podrían encontrarse en mal estado".

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