Ordenan el cierre del Balneario de la Alameda por riesgo de legionela. Así lo ha dictaminado la concejalía de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de València tras haber detectado presencia de la bacteria legionela en las instalaciones de este centro. La orden de clasura ha sido tomada de manera cautelar por el Ayuntamiento de la ciudad después de que el centro haya incumplido de forma "casi total" las peticiones del consistorio municipal de eliminación de la legionela. De esta manera, el Balneario de la Alameda permanecerá cerrado hasta que desaparezca "la situación de riesgo actual".
Así lo recoge una resolución del consistorio, a la que ha tenido acceso Europa Press, firmada por el edil del departamento, Emiliano García, con fecha 4 de noviembre, donde se justifica la decisión por una cuestión de "salud colectiva" y con el fin de "garantizar la salud y seguridad ante la existencia de un riesgo inminente y extraordinario para la salud pública".
El 10 de julio de 2019 se realizó una inspección y se emplazó a la dirección de las instalaciones a "subsanar las deficiencias". Sin embargo, en febrero de 2022 se constata durante otra inspección que en el año 2021 "no se habían realizado controles analíticos de las aguas", que "no han registrado labores de prevención de legionella" y que "se han dejado de emplear desinfectantes químicos, que se habían venido utilizando hasta el cierre por la pandemia de covid-19".
Un mes después, en marzo de 2022, se realizaron mediciones de diversos parámetros fisicoquímicos y se tomaron muestras a efectos de realizar análisis en laboratorio. Los resultados de los mismos, señala la resolución, "arrojaron presencia de microorganismos". Entonces, se volvió a realizar una inspección y se redactó el acta con una serie de medidas a tomar por parte de la dirección del centro. Asimismo, se procedió a realizar una nueva toma de muestras con el fin de comprobar "la eficacia de las medidas correctoras". Sin embargo, los resultados "arrojaron presencia de microorganismos".
Por ello, de manera "urgente", una vez obtenidos los resultados de los recuentos microbiológicos, se comunicó al titular de la instalación esta circunstancia y se le solicitó el cierre cautelar y temporal de la piscina de magnesio, aunque el titular "se negó a proceder al cierre". En abril de este mismo año, "en vista de los resultados de los recuentos microbiológicos", se realizó una nueva visita y se levantó acta de cierre cautelar y temporal en las instalaciones.
En mayo, la inspección elabora un informe a la vista de las inspecciones previas y de los resultados de los análisis microbiológicos en el que se requiere a realizar un total de seis actuaciones con el fin de "subsanar las deficiencias observadas" y poder garantizar "la seguridad y la protección de la salud de los usuarios de las instalaciones". Se concede entonces un plazo de un mes para realizar las actuaciones.
A finales de este mes se realiza una nueva inspección para instar a los titulares a cumplir con las medidas correctoras, que hasta la fecha "no se estaban llevando a cabo", y se observa que "únicamente se ha realizado una actuación sobre el filtro del aljibe".
A finales de junio otra inspección para comprobar si se estaban llevando a cabo las medidas correctoras y su efectividad. La conclusión de la inspección, recoge el informe, es que "no se puede comprobar" ya que la persona que atendió a la inspección "se negó a identificarse e indicó que desconocía si se estaban realizando".
Una situación de riesgo sanitario desde 2015
El inicio de los hechos se remonta a diciembre de 2015 y enero de 2016, cuando se comunicaron desde la Dirección General de Salud Pública dos casos de neumonía por legionella en dos clientes del citado balneario, y los recuentos de muestras de agua arrojaron presencia (100 ufc/L) en una ducha de agua caliente del vestuario mixto de la planta baja.
En 2018 y 2019, en los mismos vestuarios, salieron recuentos positivos de Legionella (150 ufc/L y 110 ufc/L) y en 2020 salió un nuevo positivo en el agua fría de una ducha de unos vestuarios sin especificar (460 ufc/L), continúa la resolución.
En cuanto al agua termal, en junio de 2019 se observó una contaminación por legionella en el vaso de agua templada sin aerosolización (100 ufc/L). A ello se suman, añade el escrito, las
contaminaciones "recurrentes" por Pseudomonas aeruginosa en los años 2017, 2019 y 2020 en los tres vasos "indistintamente".