El Plan de Reforma Interior (PRI) del entorno del mercado de Sant Pere Nolasc de Valencia tiene como objetivo obtener dotaciones públicas; homogeneizar los niveles de beneficios y cargas buscando la viabilidad económica; conseguir para el Ayuntamiento la urbanización y cesión de las dotaciones libre de cargas; mejorar las relaciones entre propietarios, agente urbanizador y administración; y posibilitar la edificación de los solares vacíos en la actualidad. Un proyecto que, además, como informaban desde el consistorio valenciano, “no solo se regenerarán zonas donde se producen problemas de salubridad e higiene para la población, sino que se mejorará el tránsito peatonal y la accesibilidad”.
En definitiva, una actuación urbanística que afectará al entorno del mercado de Sant Pere Nolasc, abarcando las calles Convent, Santa Isabel, Sagunt, Tarra, La Saboneria, Argenter Suárez, Pepita, Oriola, Lleida y la plaza de Sant Pere Nolasc; y que amplía la protección del patrimonio al inmueble de la calle Pare Palau i Quer, número 4; el de la calle Sagunt, número 50; y el refugio antiaéreo ubicado en el número 28 de la calle Sagunto y aledaños, dado que este último tiene reconocido legalmente la condición de Bien de Relevancia Local (BRL).
Sin embargo, el PRI previsto para esta zona de Valencia no cuenta con el apoyo vecinal del barrio de Morvedre. Y es que uno de los puntos del plan urbanístico que más rechazo ha generado tiene que ver con el histórico mercado de Sant Pere Nolasc, que cerró sus puertas en 2020. La actuación contempla su demolición y traslado a un nuevo emplazamiento ubicado en la calle Sagunt, aprovechando ese espacio para la construcción de una edificación residencial de siete plantas.
No obstante, como explican desde el colectivo La Saïdia Comuna, “los vecinos y vecinas queremos que se respete la ubicación actual del mercado, que tiene un gran valor histórico y simbólico para el barrio, y que desde el consistorio se apueste por su rehabilitación y mantenimiento de los usos, destinando el emplazamiento del nuevo mercado a otras dotaciones necesarias en el distrito”.
Asimismo, las entidades vecinales denuncian que el nuevo PRI no tiene en cuenta los compromisos adquiridos a raíz de la "Estrategia Participativa del barrio de Morvedre" que la administración local puso en marcha en los años 2019 y 2020, con la implicación de la población del barrio. Entre los acuerdos a los que se llegó en este proceso participativo se encuentran la rehabilitación del mercado de Sant Pere Nolasc y de su entorno, la instalación de una biblioteca, la mejora de los espacios para peatones y la ampliación de la red de carril bici.

Esta es tan solo una de las alegaciones presentadas al Plan de Reforma Interior de la calle Sagunt y el entorno de Sant Pere Nolasc, que salió a exposición pública hace unas semanas. De hecho, en una asamblea abierta convocada por La Saïdia Comuna para redactar las alegaciones y recoger adhesiones, con el objetivo de mostrar su oposición a un nuevo plan urbanístico, se lanzó una campaña vecinal que consiguió recoger, en tan solo tres días, más de 1.000 firmas que se entregaron al Ayuntamiento de Valencia junto a las alegaciones colectivas.
Desde los colectivos vecinales celebran este “grado de implicación y participación vecinal porque es una prueba más del aprecio colectivo que existe hacia el mercado de Sant Pere Nolasc, pero también hacia este tipo de proyectos hechos sin contar con el consenso del vecindario en el distrito”.
A la espera de si, finalmente, el equipo de gobierno municipal incorpora las alegaciones al proyecto actual; cabe destacar que, en líneas generales, desde las entidades vecinales se tiene la sensación de que el PRI previsto “desatiende el carácter global del barrio de Morvedre y prioriza la promoción privada dirigida a la vivienda frente a las dotaciones y el espacio público. Por eso, pedimos que el plan urbanístico reconozca las particularidades y el valor simbólico del ámbito de actuación, priorice los espacios y los servicios de uso colectivo e introduzca criterios de función social de la vivienda”.
De esta manera, entre las peticiones, se encuentra la renovación y la ampliación del parque de Nino Bravo, que el PRI propone reurbanizar; que no se reviertan las obras de mejora de los espacios peatonales y de restricción del tráfico a motor, como la peatonalización de la calle de Santa Isabel, que “fueron ejecutadas con fondos europeos que comprometen su mantenimiento”; y que se garantice que, al menos, un porcentaje de la vivienda de nueva promoción prevista para el barrio tenga condiciones de asequibilidad ante “los problemas de acceso a la vivienda que sufre el barrio, especialmente vinculados al aumento de las viviendas turísticas”.
En definitiva, apuntan desde La Saïdia Comuna, “que se respeten los compromisos adquiridos mediante procesos participativos impulsados y aprobados por la corporación municipal, además de la creación de espacios de interlocución entre la administración y la ciudadanía, que sin duda servirán para alinear la acción pública con las necesidades de la población de Morvedre, añadiendo eficiencia, eficacia y sentido democrático a los planes, proyectos y medidas que se impulsen en nuestro espacio de vida”.