Ante la previsión de una mayor propagación del coronavirus en la Comunitat Valenciana, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que se habilitará una zona de la antigua Fe, concretamente la que albergaba la Escuela de Enfermería, para atender a las personas contagiadas por Covid-19, que necesiten hospitalización, y con todas las condiciones de seguridad e higiene para evitar más contagios.
Las obras, que correrán a cargo de Tragsa, comenzarán a ejecutarse mañana y, además, de manera ininterrumpida. De esta manera, en tres turnos de 8 horas cada uno, se conseguirá habilitar esta zona en un plazo de 10 días. Y es que como ha señalado Puig "tenemos que contemplar todos los escenarios posibles" ante esta crisis sanitaria, que golpea a todo el país con más de 11.000 casos.
Se prevé que este nuevo espacio esté listo a finales de la semana que viene, ya que se trata de "una zona de fácil adaptación", y con esta intervención se conseguiría sumar 76 camas más. De esta manera, este servicio se sumaría a los ya disponibles tanto en los diferentes hospitales públicos, como en los privados que se han puesto a disposición del gobierno central.
En estos momentos, ha dicho, hay 2.774 camas disponibles en los hospitales públicos y 825 en los privados: "La situación, en estos momentos, es de garantía asistencial hospitalaria y está funcionando adecuadamente el sistema de salud valenciano, que está demostrando su potencial, sobre todo, gracias a los profesionales sanitarios, que están trabajando intensamente". No obstante, esta intervención se llevará a cabo para ampliar el número de camas por si fueran necesarias.
Asimismo, Ximo Puig ha querido aclarar que la parte que se adaptará de la antigua Fe no está afectada "por los problemas que llevaron a la Generalitat a clausurar, hace años, este centro". Y es que se ha escogido una zona que se mantiene en las condiciones óptimas para poder habilitar este nuevo espacio sanitario.
Esta medida se suma a las que ya anunció la consellera de Sanidad, Ana Barceló, entre las que se encuentran la suspensión de vacaciones, permisos o reducciones de jornadas del personal sanitario, excepto para mujeres embarazadas; la reincorporación de personal sanitario jubilado menor de 70 años; o la suspensión de las intervenciones quirúrgicas y realización de pruebas médicas a personas no preferentes, entre otras.