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Facebook y Microsoft conectarán Bilbao y Virginia Beach con un cable submarino transatlántico.

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La banda ancha más potente hasta el momento llegará a toda la península. Facebook y Microsoft anunciaron el pasado 26 de Mayo un acuerdo por el que se disponían a trabajar conjuntamente para conectar Estados Unidos y España a través de un nuevo cable transatlántico.

El macro proyecto bautizado como MAREA comenzará a construirse este mismo Agosto de 2016, y está previsto que se finalice en Octubre de 2017. Tendrá la capacidad inicial de transmitir 160 terabytes por segundo, 16 millones de veces más rápido que cualquier conexión doméstica. MAREA se convertirá así en el cable submarino con mayor capacidad de transmisión, cumpliendo con “la creciente demanda de los usuarios de conexiones a máxima velocidad y fiables, tanto para servicios online como en la nube, para todos los productos de Microsoft, Facebook y los clientes de ambas compañías”.

El cable submarino de 6.600 kilómetros que conectará Bilbao con Virginia Beach será gestionado por Telxius, división de Telefónica a cargo de infraestructuras, que ha sido escogida por los dos gigantes norteamericanos debido a su experiencia previa en operaciones similares. Desde Bilbao, el sistema de conexiones se extenderá a otros hubs o ejes de conectividad en Europa, África, Oriente Medio y Asia.

La ruta trazada para el proyecto MAREA es peculiar, pese a que Viriginia es uno de los puntos neurálgicos estadounidenses en cuanto al número de centros de datos existentes. Hasta ahora, la mayoría de los cables transatlánticos partían desde New Jersey o Nueva York e iban a parar a Cornwall, Reino Unido.

El cable MAREA priorizará las necesidades de conexión de Facebook y Microsoft, pero estará preparado para dar servicio a terceras empresas, en línea con la política de open hardware seguida por Facebook. De esta decisión saldrá beneficiada la empresa española Telxius, que podrá vender la capacidad restante a otras compañías que requieran una velocidad máxima de conexión, y también puede salir beneficiado Bilbao. Cornwall es conocido como el “California del Reino Unido”, gracias en gran parte a la buena conectividad y cantidad de recursos, que le han llevado a crecer en volumen de negocio un 153%.

Al expandir el posicionamiento de sus conexiones de fibra óptica, Facebook y Microsoft se aseguran “conexiones más seguras y resistentes para proveer a sus clientes en Estados Unidos, Europa, y el resto del mundo”.

Y es que a pesar de la creencia popular de que muchas conexiones a internet y la nube funcionan a través de satélites, la realidad es que el 90% de las mismas se realizan a gracias las diferentes rutas submarinas de cable óptico que conectan los países.

Los cables transatlánticos que nos permiten vivir en una sociedad híper conectada, sin embargo, no son inmunes a problemas tan poco tech como ser dañados por el ancla de un barco, o el movimiento de las placas tectónicas.

Ante la posibilidad de sufrir cortes por incidencias de este tipo, se hace aún más comprensible la decisión de Facebook y Microsoft de unir fuerzas para reforzar y mejorar sus infraestructuras.

Facebook cuenta con 1.600 millones de usuarios, a lo que hay que sumar el tráfico que generan las empresas que ha absorbido como Instagram o Whatsapp, mientras que Microsoft ve ocupada la mayor parte de su banda ancha por servicios en la nube como Microsoft Azure, Bing, Xbox Live, Office o Skype. Para continuar creciendo y expandiendo sus servicios a todas partes del globo, las empresas necesitan diversificar y ampliar su red.

Esta tendencia a descentralizar el cableado no es nueva, Google también lo ha hecho invirtiendo en dos cables submarinos que van desde Estados Unidos hasta Japón, Sudamérica, y otras partes de Asia. Brasil, por ejemplo, también apostó por construir su propio cable que conectará Fortaleza con Lisboa sin ayuda de empresas estadounidenses, para “respetar la privacidad, los derechos humanos y la soberanía de las naciones sin ser espiados”.

Las empresas tecnológicas se caracterizan por estar en un constante crecimiento y búsqueda de nuevas oportunidades y nichos que le permitan consolidar su dominio en el mercado, y el de las infraestructuras apunta a ser uno de ellos.

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