El incendio que ha devastado dos edificios en el barrio de Campanar de València ha dejado una profunda huella en la ciudad, recordando a la ciudadanía valenciana episodios de su historia marcada por tragedias. Con al menos cuatro personas fallecidas, entre nueve y 14 desaparecidos y 15 heridos, la mayoría bomberos, este suceso se suma a una lista dolorosa de eventos que han conmocionado a la comunidad.
En los últimos 30 años, València ha sido testigo de tres grandes tragedias que han dejado una profunda cicatriz en la memoria colectiva. El recuerdo del incendio en los astilleros de la Unión Naval de Levante en 1997, donde perdieron la vida 18 personas, y el trágico accidente de Metrovalencia en 2006, que se cobró la vida de 43 personas y dejó decenas de heridos, aún están frescos en la memoria de la ciudad.
El incendio en Campanar ha causado una devastación que va más allá de los edificios calcinados y que se irá conociendo en las próximas horas. Con 138 pisos afectados en uno de los bloques, muchas personas han perdido todo lo que tenían. Las imágenes del rescate de dos personas atrapadas en un balcón, rodeadas por las llamas, mantuvieron en vilo a toda la ciudad durante horas y son ya historia de València.
Aunque el impacto de este incendio es significativo, no es el primero en la provincia de Valencia en el que el fuego ha dejado una marca indeleble. Trágicos sucesos como el incendio en la residencia de Moncada en 2022, que se cobró la vida de nueve ancianos, y el incendio en la residencia de Massamagrell en 2006, que dejó cinco víctimas mortales, han dejado huellas similares en la zona.
En el caso concreto de la capital valenciana, a pesar de la magnitud de esta tragedia, la historia está marcada por incendios aún más devastadores en el pasado, como el ocurrido en 1447, que arrasó 46 edificios en la zona del Mercado y cobró la vida de una decena de personas.