Un fuerte choque entre dos coches provcó el pasado sábado en Alzira al menos tres heridos. De ellos, el caso más grave es un bebé de dos años que todavía sigue ingresado en el Hospital Clínico de València. El conductor de uno de los vehículos dio positivo en un primer test de alcoholemia que realizó la Policía Local, y todavía está en confirmación mediante una extracción de sangre debido a que fue evacuado al hospital, aunque aparentemente sin lesiones de relevancia.
El incidente tuvo lugar en el cruce del Ford de Carrascosa de Alzira donde uno de los coches, que tenía preferencia al circular por la CV-506, pasaba a una velociadad excesiva por la zona.
La colisión hizo que el vehículo en el que viajaba el matrimonio de Alzira con su hijo por el Camí de Benicull -la intersección en este punto está regulada por un Stop- saliera despedido contra la pared del bar-restaurante Forn de Carrascosa, en la que rebotó antes de acabar junto al muro del aparcamiento, al otro lado de la carretera.
Tal y como han señalado al periódico Levante-EMV fuentes de los bares ubicados en este camino secundario, el principal problema de este punto es la elevada velocidad a la que circulan los turismos por esta carretera y la ausencia de visibilidad en el cruce. "Oyes que los coches pasan zumbando y aunque pongan límite de velocidad, en este caso 50 km/h, no lo respetan", indicaba una vecina.
La edil de Policía Local, Sara Garés, confirmó ayer que la Diputación de València, como titular de la carretera, tiene prevista una actuación con la ampliación de las esquinas que encajonan el cruce para mejorar la seguridad en este punto negro.