Un nuevo problema delictivo sacude a la familia Anglés. Se trata, en este caso, de un hecho violento protagonizado por Joaquín Martins -Mauri-, quien se cambió de nombre y apellido (como el resto de hermanos) para no vivir estigmatizado por los asesinatos que cometió su hermano Antonio Anglés junto con Miguel Ricart. Así, esta persona fue detenida por efectivos de la Guardia Civil acusado de secuestrar a un hombre, propinarle una paliza y abandonarlo desnudo en una cuneta de una carretera de Picassent. Además, otras cuatro personas han sido detenidas por su presunta participación y colaboración en estos hechos.
Contextualizando la situación, el secuestro se produjo el 29 de noviembre de 2021 por una deuda relacionada con los negocios de Mauri y otros de los arrestados. Así, presuntamente los ahora detenidos habrían introducido por la fuerza a su víctima en un coche, y tras darle una paliza, lo dejaron abandonado en una cuneta, sin ropa y con lesiones por todo el cuerpo. Poco después encontraron el vehículo calcinado en Torrent.
Trasladaron al hombre a una nave, donde lo tuvieron retenido durante varias horas mientras le golpeaban para dejarlo más tarde abandonado en una cuneta. En ese momento el hombre se encontraba desorientado, desnudo y con las manos maniatadas a la espalda con bridas.
En cuanto fueron denunciados estos hechos, el grupo de Homicidios de la Guardia Civil comenzó con la investigación, la cual finalmente ha dado sus frutos, ya que este lunes por la mañana fueron detenidos los cinco presuntos implicados en dicho secuestro, con registros domiciliarios en Catarroja y otros municipios de la zona.
Según han confirmado a fuentes del Instituto Armado, los arrestos tuvieron lugar este lunes en los municipios valencianos de Paterna, Alfafar y Albal y se trata de cinco hombres de entre 26 y 45 años, de nacionalidad española.
Los registros fueron coordinados por el Juzgado de Instrucción número dos de Picassent, que lleva el caso. Los cinco detenidos están acusados de los delitos de detención ilegal, lesiones, robo con violencia y daños.
Cabe recordar que hace dos años Joaquín Martins, uno de los hermanos pequeños del asesino de las niñas de Alcàsser, ya se sentó en el banquillo de los acusados por otro asunto violento, una extorsión a un empresario del sector de las gasolineras tras el presunto robo de medio millón de euros que estaban ocultos en un Ferrari.
Sin embargo, Mauri y dos de sus hermanos fueron absueltos al no poder ratificar la víctima los hechos en el juicio, ya que se encontraba en busca y captura por otra causa. Además, durante la fase de instrucción el extorsionado llegó a un acuerdo económico con sus presuntos agresores.
Aunque no se les pudo condenar por la extorsión, a uno los hermanos, Carlos M. M., la Audiencia Provincial sí le impuso cuatro años y nueve meses por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.