En muchos municipios pequeños, conducir algo más rápido de lo permitido o ignorar un semáforo en un cruce aparentemente tranquilo se ha convertido en una costumbre extendida. Son comportamientos que suelen justificarse con el típico “por aquí paso todos los días y nunca ha pasado nada”, pero que también generan riesgos. Y, ante la falta de efectivos policiales para vigilar cada calle, varios ayuntamientos han empezado a apoyarse en la tecnología para controlar estas infracciones.
En La Pobla de Farnals, el consistorio ha dado un paso adelante instalando cámaras de control de tráfico después de que la Policía Local haya detectado un aumento constante de conductas peligrosas en algunas vías. El alcalde, Enric Palanca, explica que el objetivo es frenar el exceso de velocidad y recordar a los conductores que las señales no son opcionales.
El primer edil admite que el control presencial es limitado. “No podemos tener un agente en cada esquina”, señala, de ahí que hayan optado por la instalación de radares, el primero de ellos ya colocado en la calle Isabel de Villena. La decisión, sin embargo, no ha tardado en generar comentarios en redes sociales, algunos de ellos acusando al Ayuntamiento de querer recaudar más dinero con sanciones.
Palanca, no obstante, ha indicado que se reforzará la señalización inteligente y que las cámaras solo empezarán a funcionar una vez se haya informado a todos los vecinos. “Lo que buscamos no es castigar, sino que cada uno sea consciente de lo que implica saltarse las normas”, apunta.
Seis nuevos radares en Camp de Túria
Mientras La Pobla de Farnals inicia este plan, otros municipios están inmersos en un proyecto más amplio orientado a modernizar la movilidad. Se trata de Mobintelligent, una iniciativa impulsada por la Mancomunitat Camp de Túria junto a AVIA, Fivecomm y los ayuntamientos de Loriguilla, Riba-roja de Túria y Vilamarxant.
El proyecto acaba de cerrar su segunda fase, en la que se han colocado seis nuevos radares: cuatro en Riba-roja y dos en Vilamarxant. Además, se ha activado un sistema de recopilación de datos mediante tecnología 5G que permitirá monitorizar en tiempo real el comportamiento del tráfico en cada punto.
La Mancomunitat asegura que su intención es sumar progresivamente a más municipios para disponer de una imagen completa del tránsito en toda la comarca. Subraya también que los dispositivos instalados no registran información personal, sino únicamente datos agregados que permiten conocer, por ejemplo, la velocidad a la que circulan los vehículos, los tipos de transporte que transitan por cada vía o las franjas horarias en las que se concentran más desplazamientos.
Mobintelligent comenzó a desplegarse entre finales de 2024 y principios de 2025, cuando se instalaron los primeros radares en el acceso norte de Vilamarxant, en el polígono de la Reva en Riba-roja y en la entrada sur de Loriguilla. Con la ampliación actual, la comarca consolida su apuesta por una movilidad basada en la recogida de datos y la prevención, mientras que La Pobla de Farnals se suma al camino de la vigilancia inteligente.