La DANA que ha arrasado la Comunitat Valenciana esta semana ha dejado graves daños personales y materiales, especialmente, en la provincia de Valencia. Una situación catastrófica que era imposible de prevenir. En València Extra, hablamos con Esther Pérez, Jefa de Estudios Ingeniería Civil/Caminos y Directora del Máster en Sistemas Integrados de Gestión de la Escuela Politécnica Superior de UAX y Ángel Sampedro, Director del Área Ingeniería y Arquitectura de la Escuela Politécnica Superior de UAX.
¿Se podría haber evitado toda esta catástrofe que ha arrasado la provincia de Valencia?
Este fenómeno meteorológico, con la intensidad con la que se ha producido, es muy difícil de prevenir y evitar sus catastróficas consecuencias, aunque, con un sistema de alerta temprana, como el que se puso en marcha en Madrid ante DANAS anteriores o se usa en países sometidos a huracanes en esta época del año, y mediante inversiones en infraestructuras hidráulicas y de drenaje, pueden reducirse de forma drástica los daños causados.
¿Se puede cuantificar el impacto económico que supondrán estas inundaciones?
Va a ser enorme, pero es muy pronto para poder realizar una estimación.
¿Cuál será el impacto medioambiental de esta DANA?
Va a destrozar gran parte de los ecosistemas de la zona, destruyendo flora y fauna, y con un coste en vidas humanas que todavía no podemos cuantificar en su totalidad. Además de ello, los costes en términos económicos, derivados de la pérdida de valor en otras actividades (industria, agricultura, infraestructuras, etc.) va a ser enorme.
Como expertos en sostenibilidad ambiental, ¿qué acciones se deben tomar para evitar que esta situación vuelva a producirse?
Crear un sistema de predicción y alertas ante cualquier evento de tipo meteorológico, acometer una planificación hidrológica y las inversiones en infraestructuras necesarias que tenga como objetivo primordial el atenuar el efecto de estas DANAS, y realizar una conservación y explotación de las infraestructuras críticas (agua, transporte, energía, telecomunicaciones, etc.) que mejore su resiliencia frente a estos fenómenos climatológicos tan extremos.
La peor gota fría del siglo
En el balance ofrecido por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), han confirmado que se trata de la “más adversa” del territorio valenciano con registros superiores a la DANA de septiembre de 2029 y a la altura de grandes temporales como la pantanada de Tous en 1982.
Así, AEMET recuerda que en el episodio de Tous en los años ochenta “descargó con intensidad torrencial más al sur que lo que lo ha hecho esta de 2024, afectando a la zona de la Muela de Cortes y a la margen derecha del Júcar". Por su parte, la gota fría de noviembre de 1987 "también afectó a la mitad sur de la provincia de Valencia, sobre todo a la Safor y Vall d'Albaida y, al día siguiente a la Ribera y también a la Vega Baja".
En octubre de 2000 hubo también un episodio de lluvias torrenciales, que es el que "más volumen de precipitación acumuló en la Comunitat Valenciana, pero fue una gota fría muy prolongada, de varios días, y menos catastrófica que la de 1982, 1987 y 2024".
Ayudas directas para los afectados
El martes día 5 de noviembre, en el pleno del Consell, se aprobará un primer decreto de ayudas directas por importe de 250 millones de euros, ampliables según avance la valoración de daños materiales. Estas ayudas, ha aclarado el president, “serán sumables y compatibles con otras ayudas que activen el resto de administraciones”.
De esta manera, se activarán ayudas directas, exprés y sin burocracia para la compra de muebles, la sustitución de las pérdidas materiales o la limpieza de los hogares. Estas ayudas tendrán un mínimo de 6.000 euros por persona afectada, que será ampliable en función de la valoración de los daños. “Estas ayudas se basan en la misma fórmula que empleamos para los afectados por el incendio de Campanar. En muy pocos días, los afectados tendrán ya el dinero en sus cuentas bancarias”.
Asimismo, se activa un paquete de ayudas sociales, en coordinación con la Vicepresidencia de la Generalitat, que priorizarán a personas dependientes o de alta vulnerabilidad, y que estarán relacionadas con la necesidad de realojos o cambios de residencia.
Por otra parte, se ponen en marcha ayudas para el duplicado de documentación con coste gratuito; y la expedición de tarjetas de transporte público gratuitas durante un año. También habrá un apartado de ayudas a las infraestructuras para que los municipios lleven a cabo rehabilitaciones o remodelaciones.
Además, Mazón ha explicado que habrá deducciones del IRPF para la adquisición o rehabilitación de viviendas; mientras que el IVF (Institut Valencià de Finances) pondrá a disposición de los afectados líneas de crédito al 0 % para quienes quieran acogerse a ellas.