Menstruación y estigma social: el 40% de los españoles aún la considera un tema incómodo

Un estudio pionero con más de 4.000 participantes revela que el tabú menstrual sigue muy presente en España, especialmente entre las generaciones más jóvenes

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Una mujer sostiene unos tampones (Foto: Getty)
Una mujer sostiene unos tampones (Foto: Getty)

El tabú en torno a la menstruación sigue vivo en la sociedad española. Así lo confirma un macroestudio liderado por el Instituto INGENIO, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), que ha contado con más de 4.000 participantes mayores de 14 años. Según sus conclusiones, cuatro de cada diez personas continúan percibiendo la regla como algo negativo, mientras solo seis de cada diez la consideran un fenómeno natural y normalizado.

Los resultados, publicados en la revista International Journal for Equity in Health, señalan además que las generaciones jóvenes perciben el estigma con mayor intensidad que las mujeres postmenopáusicas, quienes reportan una mayor aceptación social del ciclo menstrual.

La primera regla, un momento clave

El estudio destaca la importancia de la vivencia de la primera menstruación (menarquia) como un punto de inflexión. Muchas participantes describieron ese momento como una experiencia marcada por la sexualización o por nuevas expectativas sociales que generaron inseguridad y vulnerabilidad. “La menarquia no se vive solo como un cambio biológico, sino como un constructo social que marca el inicio de nuevas restricciones y miradas externas”, explica Rocío Poveda, coautora del estudio. “La forma en que se construye y se vive socialmente puede influir en cómo las jóvenes se perciben a sí mismas y en cómo son percibidas por los demás”.

Educación menstrual: una herramienta contra el tabú

Recibir información clara y práctica durante la primera regla es un factor determinante para normalizar la menstruación. Quienes contaron con ese acompañamiento se sienten más cómodas hablando del tema en distintos contextos y lo perciben con menor carga negativa. “La capacidad de hablar de menstruación con hombres es un indicador clave de aceptación social y un paso decisivo para desactivar el tabú”, afirma Sara Sánchez-López, investigadora principal del proyecto.

Invisibilidad en los medios y publicidad irreal

El 79% de las personas encuestadas afirmó que la menstruación apenas aparece en series o películas, y el 73% opinó lo mismo sobre los libros. La mayoría consideró deliberada su ausencia en medios como la televisión o los programas de telerrealidad, reforzando así su invisibilidad. La publicidad también fue objeto de crítica por representar la regla con imágenes irreales —líquidos azules, brillos o mujeres radiantes— que, según las participantes, perpetúan la idea de que la menstruación debe “embellecerse” para ser socialmente aceptable.

Consecuencias en la autoestima y la salud

El informe advierte que el estigma menstrual no solo tiene un impacto simbólico, sino también emocional y social. Limita la educación menstrual, dificulta los diagnósticos médicos, frena políticas de igualdad y perpetúa mitos por falta de información fiable. “En ocasiones, la menstruación se utiliza para restar valor a las emociones o los argumentos de las mujeres, lo que genera conflicto interpersonal y estigmatización”, señala Santiago Moll, coautor del trabajo.

El estudio, que contó con la participación de la experta internacional Dani Barrington, de la University of Western Australia, subraya que romper los silencios de género sigue siendo el camino más eficaz para avanzar hacia una sociedad en la que la menstruación se viva con naturalidad y sin prejuicios.

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