Las lluvias de la primavera protegen a los embalses valencianos de la sequía propia del verano

Los pantanos de España, de media, están llenos al 40% de su capacidad mientras que en la Comunitat Valenciana esta cifra supera el 60%

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Embalse de Benaixeve
Embalse de Benaixeve

Los episodios consecutivos de lluvias que vivió la Comunitat Valenciana durante la primavera están ayudando en lo que llevamos de verano a que los pantanos se encuentren en buen estado. Tal es así, que la media en la autonomía valenciana indica que los embalses, de media, superan el 60 % de su capacidad de agua total.

Por el contrario, el resto de España está viviendo las consecuencias de un verano predominantemente seco con mayor dureza. De hecho, la media nacional registrada en este último mes de julio muestra que los embalses españoles se encuentran al 40% de su capacidad (cabe recalcar que esto hace referencia a una media entre todos los pantanos de España).

Por ello, la autonomía valenciana goza de buena salud en cuanto a la cantidad de agua en sus embalses. Tal es así que, en algunos casos como el embalse de Benaixeve (Los Serranos) están prácticamente llenos, pues está al 96,6% de su capacidad total. Una tendencia que se repite, sobre todo, en otros pantanos del interior de la provincia de València.

No obstante, son otras las comunidades autónomas que peor lo están pasando en este sentido. Concretamente, la más afectada está siendo Andalucía, donde se han tenido que imponer restricciones al consumo de agua. En algunas provincias como Huelva o Málaga se han tenido que hacer cortes y la situación está poniendo en peligro campañas como la de la aceituna en el sector de la agricultura.

De vuelta a territorio valenciano, cabe diferenciar que la cuenca del Júcar es la que más llena se encuentra. Mientras tanto, la del Segura es la que se ve en peor posición y los valores que muestra son similares a los de los últimos años. Así, los pantanos de la provincia de Alicante se encuentran por debajo del 50% de su capacidad, y es una zona en la que no se descartan restricciones al consumo de agua.

Planes ante posibles sequías

El cambio climático y la existencia cada vez más frecuente de fenómenos como las sequías incitan a ayuntamientos y administraciones a impulsar planes específicos para mitigar sus efectos. Es el caso del plan presentado el pasado 16 de junio en la Confederación Hidrográfica del Júcar, para la capital del Túria. València presentó, a las puertas del verano, su plan para hacer frente a la posible escasez de agua que pueda padecer en algún momento la ciudad.

El denominado Plan de Emergencia por sequía del abastecimiento de València renueva el anterior, que data del año 2006. "El último plan se elaboró en 2006, por lo que era un momento idóneo para actualizarla siendo conscientes de que en la Comunitat Valenciana nos enfrentamos a un problema de sequías prolongadas”, explicó la concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía.

El plan presentado para la ciudad de València se centra en establecer indicadores que se puedan seguir con la CHJ para analizar períodos de sequía que puedan afectar al abastecimiento de agua. Así, pretende aumentar la resiliencia del sistema con la incorporación de elementos no solo del Ayuntamiento de València, sino de otras administraciones del área metropolitana. Una visión más compleja, que tiene en cuenta aspectos medioambientales que también pueden afectar al parque natural de l’Albufera.

Entre las medidas concretas, destacan el seguimiento de las variables de referencia e indicadores de escasez y abastecimiento, campañas de concienciación y sensibilización para el ahorro y el correcto uso del agua y hacer un seguimiento de los planes de emergencia mediante una comisión. Además, también se contempla la reducción del volumen de agua suministrada, algo que afectaría primero a grandes superficies industriales o a fuentes públicas de la capital.

El plan prevé, además, posibles sanciones para los particulares, las empresas o las entidades que derrochen agua cuando se haya decretado una alerta por sequía. Según han explicado, el consistorio establecerá un número máximo de litros por persona según se trate de la residencia personal, la oficina o la empresa del usuario. Y a partir de ahí se penalizará el consumo extra.

 

 

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